"Un lugar cerrado sin mascarilla es peligroso"

T.R
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El virólogo, Antonio Mas, asegura que el nivel de incidencia acumulada que tiene toda la región, "es una barbaridad", pero que confía en que estemos ya en el pico de contagios de esta tercera ola

Antonio Mas, virólogo de la UCLM. - Foto: Rubén Serrallé

Con una incidencia acumulada a nivel provincial tras las fechas navideñas de 934 casos por 100.000 habitantes, con datos del día de ayer del Gobierno regional, el virólogo albacetense Antonio Mas asegura que si bien «es una barbaridad» los niveles de incidencia que tenemos en el conjunto de la comunidad, podríamos estar ya en el pico de contagios de esta tercera ola de coronavirus, al menos eso es lo que quiere pensar.

Como experto en virus, ¿cómo ve la evolución actual de la situación epidemiológica por el avance de la pandemia?

Las cifras de Incidencia Acumulada a siete días que tenemos en el conjunto de la comunidad y de la provincia son una auténtica barbaridad, estamos mal, pero quiero tener la esperanza de que estamos en el pico y deberíamos empezar a bajar en los próximos días. 

¿Piensa que se está repitiendo el patrón de la primera ola?

Yo estaba muy contento de cómo se había desarrollado el último trimestre del año y de cómo fue el comportamiento de las curvas, porque con el inicio del curso escolar yo esperaba una explosión de casos, y la verdad es que se contuvo bastante. En la universidad hemos tenido muy pocos casos y ningún foco de infección. Fue a partir del puente de diciembre cuando la cosa empezó a ir peor, y lo que yo creo, aunque es una opinión con pocos datos para poderlo contrastar, que se han  relajado las costumbres higiénicas en el entorno familiar, porque pensamos que es un entorno seguro, porque el entorno seguro es mantener la mascarilla puesta.

O no lo tenemos del todo asimilado lo de la gravedad de la pandemia o nos hemos relajado durante estos días. Hemos tenido mucha necesidad de acompañamiento familiar en las pasadas fiestas navideñas, porque la realidad es que estamos todos muy necesitados.

¿Considera que las autoridades sanitarias deberían haber impuesto medidas más restrictivas durante las navidades para evitar lo que está pasando?

Eso lo decíamos antes de las fiestas navideñas, pero a toro pasado es muy fácil dar muletazos. ¿Qué debemos aprender de todo esto? Que no debemos bajar la guardia y debemos interiorizar que en espacios cerrados si usamos adecuadamente las mascarillas de manera permanente la posibilidad de contagio de Covid es muy pequeña.

Yo lo siento mucho lo que está ocurriendo en esta pandemia con el sector de la hostelería, está siendo súper cruel con ellos todo lo que está ocurriendo, porque les están obligando a cerrar sin darles ningún tipo de compensación. Y eso significa que no hay interés en esas familias, y muchas veces son familias que viven con lo justo. Pero hay que ser muy claros en este asunto: un sitio cerrado donde te quitas la mascarilla es un sitio peligroso, y eso ocurre mucho en la hostelería. Por ello mi opinión como sanitario y profesional de las Ciencias de la Salud es que había que cerrar los bares y restaurantes, porque la gente aprovechaba la entrada a estos establecimientos como excusa para quitarse la mascarilla, cuando lo que deberían haber hecho es bajársela sólo para consumir, aunque ésta no era la realidad. Sin embargo, no puedes pedir a la hostelería que cierre si nada a cambio, porque es un sector productivo muy importante en este país y hay que mimarlo y cuidarlo».

¿Cómo ve el proceso de vacunación frente al Covid-19?

Hay países que me dan mucha envidia. Sigo el ritmo de vacunación en Israel y es impresionante, porque ya tienen vacunados con la primera dosis de la vacuna a los mayores de 80 años y casi la mitad ha recibido la segunda. Los que nos gobiernan lo que tienen que hacer es intentar acelerar el ritmo de vacunación. Mi deseo es que se vacune cuanta más gente y antes mejor, empezando por las personas de los grupos de riesgo.

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