La desaparecida frecuentaba el barrio de las Casas Baratas donde muchas de las vecinas ya la conocían y alguna de ellas dio un bocadillo para comer cuando la vio la última vez por las calles por las que paseó contenta y cantando,  escondiéndose de dar a conocer quién era porque nunca daba su nombre y decía que era de Socuéllamos, que no era de Villarrobledo.

Se sentía bien en esta zona del extrarradio de la ciudad, que visitaba a menudo, y sus vecinos no paran de preguntarse qué ha podido pasar después de verla salir de las calles con dirección al balsón de aguas pluviales del camino de Juanaco, que es como denominan en Villarrobledo a la senda.

Otras personas que visitan la zona provisionalmente como un trabajador contratado por el Ayuntamiento para el tratamiento de las hierbas que reodean la barriada también comenta para el diario que no la conocía. 

Pedro Sánchez indica que desconoce qué ha podido pasar, que él está realizando labores de tratamiento y no vio en ningún momento a la mujer desaparecida encontrada muerta, "tan solo sé que no estaba muy bien y que hacía cosas que llamaban la atención".