Una Feria de tonos grises

Pedro Belmonte
-

Entre las sucesivas inclemencias meteorológicas y el balance artístico, el ciclo taurino de Albacete no pasará a la historia como uno de los mejores de los últimos años

Emilio de Justo salió en hombros tras cortar las dos orejas al segundo de su lote en la novena de abono. - Foto: José Miguel Esparcia

Terminó la Feria Taurina de 2019 en Albacete y los aficionados quedamos con un sabor agridulce, ya que, aunque han ocurrido cosas interesantes, el balance global se nos antoja corto, principalmente por el escaso juego de las ganaderías lidiadas, bien presentadas en general, con alguna excepción en algún toro suelto, pero con el trapío que exige la plaza y por supuesto, la afición albacetense.

Todos hemos echado en falta, la tarde de la Feria, una tarde rotunda por la que mantener los buenos recuerdos durante el invierno, pero ha faltado esa tarde gloriosa en la que los aficionados saliesen toreando por los jardinillos hasta los redondeles, para celebrar lo visto.

También el tiempo ha condicionado la Feria Taurina, un tiempo que se enfrió antes de lo que estamos acostumbrados y que a duras penas aguantó casi toda la feria, a excepción de la tarde del día 13, que tuvo que suspenderse, sin duda el cartel con más tirón popular del abono, con tres figuras y los toros de Garcigrande, suspensión que se hizo con prácticamente todo el papel vendido y El Juli, Manzanares y Ureña en el cartel.

El albacetense Rubén Pinar vuelve a ser el que más trofeos se ha llevado en el esportón, con un total de cuatro orejas, conseguidas en la encerrona de la corrida que abrió la feria, perfilándose como el triunfador del ciclo por cuarto año consecutivo, todo un hito difícil de igualar, y buenas sensaciones de los tres toreros de Albacete en la corrida del día 15, con un rotundo Sergio Serrano que perdió tres orejas por la espada, un inimitable Andrés Palacios que también perdió algún trofeo con la espada en el que abrió la tarde y un Diego Carretero que cortó una oreja del sexto, en una faena de mucho mérito y valentía. El albacetense a caballo, Juan Manuel Munera, tuvo una tarde muy entonada, con buen toreo, aunque también los aceros le privaron de la puerta grande en el sexto, llevándose un trofeo de su primer enemigo.

En cuanto a los novilleros, Felipe, Pérez y Moreno, tuvieron una más que aceptable actuación, pero el triunfo se vio impedido por el escaso juego de los novillos de El Freixo, contentándose con una oreja por coleta, lo que hace mantener su crédito intacto. El caso de Molina tuvo mayor transcendencia, al abrir la puerta grande con dos orejas cortadas a dos de sus enemigos, en una novillada en la que saltaron varios novillos buenos.

En cuanto a faenas para recordar, la de Diego Ventura al segundo de su lote, cortándole las dos orejas, la de Emilio de Justo al sexto de la corrida del día 16, y la de Castella, en un tono menor, pero también importante, en el cuarto toro del ultimo festejo de la Feria.

(Más información en la edición impresa).