El mundo del fútbol está cargado de historias personales que sobrepasan lo profesional, pero encontrar un jugador que lleva 23 temporadas vistiendo la misma camiseta es complicado. El secreto de su longevidad tiene un factor importante al no haber sufrido ninguna lesión grave, pero compaginar durante todos estos años el fútbol con otra actividad laboral hace todavía más increíble la historia de Paco Septién.
El capitán cumplirá 41 años el mes de octubre y ahí seguirá una nueva temporada al pie del cañón, la UD Almansa en Tercera División. «Me comprometí y jugaré», afirma, aunque todavía no se ha hecho oficial por parte del club. Será su temporada número 23 de azulón, la 25 de su carrera, ya que tuvo un intentó de dar el salto profesional en la 1998-99 al jugar con el filial del Albacete Balompié y luego estuvo en la temporada 2007-08 en el Hellín. Sin lugar a dudas el mejor momento vivido fue con el ascenso a Segunda B de 2005 y su peor cuando el club ha estado a punto de desaparecer, la última vez tras el descenso a Preferente en 2018.
Mientras apuraba sus vacaciones, Paco Septién confesó a este diario que posiblemente esta vaya a ser su última temporada en activo. «La edad es un número, todo está en la cabeza. Si estás bien física y anímicamente, ¿por qué no vas a seguir jugando? Pero hablando en serio este creo que va a ser mi ultimo año».
De sus inicios afirma que ya en la temporada 1996-97 disputó partidos con el primer equipo, con 17 años, el año en que el club recién creado llegó a Tercera División. De los técnicos recuerda a Marcelo «que me hizo debutar» y las enseñanzas que le dejaron Mario Simón o Florit. Tener claro que del fútbol no se vive si juegas en Tercera ayuda a tener una estabilidad emocional y disfrutar del fútbol. «Por suerte siempre he tenido mi trabajo y eso te da una seguridad, así que aunque muchas veces me han llegado ofertas de otros sitios he preferido quedarme en casa. La única vez que dejé de trabajar fue el año que me fui al filial del Albacete (1998-99), porque uno cuando es joven tiene ese sueño de llegar a lo más alto y probé a ver si sonaba la flauta. No sonó y tuve la cabeza en su sitio para volver a la UD Almansa para jugar de forma amateur. He tenido la suerte de poder compaginar siempre el trabajo con el fútbol».
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