Un gran tuba sinfónico

A.D.
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El joven músico albacetense David Soriano Sánchez triunfa con la Film Symphony Orchestra, aunque de momento las actuaciones previstas por la popular agrupación han quedado suspendidas

El joven tuba albacetense David Soriano Sánchez. - Foto: José Miguel Esparcia

David Soriano Sánchez es uno de los mejores tuba de España y sus premios nacionales e internacionales hablan de este dato objetivo. Es además, un tuba sinfónico, miembro de una de las agrupaciones más exitosas, la Film Symphony Orchestra (FSO), que se ha sumado a las medidas para prevenir y contener la expansión de coronavirus. David Soriano ha estado ahí, hasta ese cese momentáneo de conciertos. El joven tuba confirmó que «en la medida de lo posible, cuando ya se estabilice la crisis, hay que intentar retomar la actividad, porque ahora mismo es imposible, se han suspendido todas las actuaciones, de todas las orquestas y músicos, toda la actividad, pero la verdad ea que, hasta la interrupción, la gira fue fantástica, la verdad es que sí, porque la gira iba de septiembre a mayo, y hemos hecho más de 30 conciertos con llenos totales. El publico ha estado muy atento, muy enganchado a la música y luego la gente sale encantada de los conciertos».

Recordó que al frente de la Film Symphony Orchestra está un gran director, Constantino Martínez Orts y, en mi caso, decía el albacetense, «soy tuba en la FSO, solo hay una tuba, aunque en algunos casos excepcionales son dos, pero casi no suele suceder, en la orquesta, la tuba es un instrumento solista. Es un instrumento grande, toco la tuba contrabajo en Si Bemol; hay otras en Do, pero en Si Bemol son las más grandes, por así decirlo, las más graves».

Subrayó el magnífico ambiente de la FSO, «porque además de tener muy buenos compañeros, excelentes músicos, la convivencia es especial, estamos muy motivados y hay un gran compañerismo, eso se ve en los conciertos, claro. Prácticamente, somos una familia, nos hospedamos juntos y trabajamos unidos, para mí los conciertos son momentos mágicos, estás con compañeros que son también amigos, somos una familia y además tenemos un público espectacular, que se emociona en cada concierto, se puede ver que acabamos las primeras partes con el público en pie, aplaudiendo atronadoramante».

La FSO tiene también, decía David Soriano, un vestuario propio, «creado expresamente para nosotros, con nuestro pantalón de frac, tirantes, camisa negra y nuestra chaqueta con grandes hombreras plateadas, que llama mucho la atención».

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