Tras la 'tregua' del fin de semana, la inestabilidad meteorológica regresó ayer a la provincia, esta vez con forma de fuertes tormentas. La primera comarca afectada fue la de Hellín, donde una importante descarga de agua y granizo dejó más de 40 litros por metro cuadrado en la zona norte del núcleo urbano, según informó la cuenta especializada Meteo Hellín. Mientras, la precipitación apenas se notó en otras zonas del término municipal y, por ejemplo, los pluviómetros de la Confederación Hidrográfica del Segura registraron cantidades muy bajas de lluvia. La posibilidad de tormentas, con descarga eléctrica, sigue vigente en toda la provincia y algunos núcleos se desplazaron después a pedanías de Hellín y Tobarra. La Agencia Estatal de Meteorología alertó también de posibles nevadas, aunque esos avisos se desactivaron ayer al prever que la masa de aire frío no llegase tan al sur de la península.