El tren que esquivó Camarillas

Maite Martínez Blanco
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La nueva variante ferroviaria acorta distancias entre Hellín y Murcia, pero no despeja el temor a que la línea quede relegada a los mercancías y pierda trenes de viajeros

El tren que esquivó Camarillas - Foto: Rubén Serrallé

No hubo políticos, ni corte de cinta. La ley prohibe inauguraciones en fechas previas a las elecciones. Solo un tren con sus empleados y sus pasajeros. Un Altaria que partió el jueves a las 7,13 horas de Madrid fue el primero en enfilar a 180 kilómetros por hora la tantas veces nombrada variante de Camarillas, un nuevo tramo de ferrocarril de 26 kilómetros que permite ir desde Agramón a Cieza casi en línea recta, sin tener que serpentear las márgenes el embalse de Camarillas y dar un rodeo para llegar a Calasparra, población que se ha quedado sin tren.

«No vemos los arrozales de Las Minas, ni Calasparra, ese paisaje es mucho más bonito, pero todo lo que sea ganar tiempo está bien», admite uno de los interventores del convoy que estrenó este baipás ferroviario que, sobre todo Murcia, esperaba desde hace 30 años. En el vagón de Preferente, un empleado de Renfe aguardaba el momento, «¿no lo notas?, se aprecia que el tren va mucho más suave, claro estamos estrenando las vías», exclamó. 

Eran poco más de las 10,40 de la mañana cuando el Altaria partió de Hellín, atravesó la estación de Agramón, dejó a un lado la vieja vía de Camarillas y entró a toda velocidad en el túnel de la Cañada del Toril que tiene el nuevo trazado. Al otro lado, el tren entraba en tierras murcianas, el cultivo de olivares dejaba pasó a los frutales en floración. En poco más de 12 minutos el Altaria estaba ya en Cieza, «antes tardábamos el triple», admitió un pasajero del vagón al que no parecía importarle mucho el tiempo. 

Gracias a esta obra el viaje se recorta en 20 minutos. Ahora, de Hellín a Murcia se tarda apenas una hora. Si además el recorrido se hace en tren híbrido, un Alvia, se ganan otros 30 minutos más de viaje en el tramo que hay entre Madrid y Albacete, ya que estos trenes pueden aprovechar la línea electrificada que permite circular a 250 kilómetros por hora y, tras pasar por el intercambiador de vías de la estación albaceteña de Los Llanos, continuar por la línea a Murcia que está sin electrificar ni desdoblar.

A las 11,20 del jueves el Altaria que estrenó la circunvalación del pantano de Camarillas entraba en la murciana Estación de las Flores, rodeada de obras por el soterramiento de las líneas del AVE que Murcia espera para dentro de un par de años. Pero la alta velocidad no llegará a Murcia por la centenaria línea albaceteña, sino a través del desvío de Monforte del Cid. Cuando ambos itinerarios ferroviarios estén operativos, hay quien augura que la línea convencional Chinchilla-Cartagena se utilizará sobre todo para el transporte de mercancías y el grueso de los trenes de pasajeros serán desviados por la línea de Monforte.

Este temor existe en Hellín. «Lo primero será convertir la línea en una ruta de transporte de mercancías y la segunda parte vendrá con el recrecimiento de Camarillas», sentencia José Antonio Maciá, portavoz de la Plataforma Ciudadana para el Tren por Hellín, que se creó el pasado mes de octubre. La chispa que prendió la mecha de las protestas fue ver pasar el tren híbrido que conecta Madrid-Murcia, pero sin parada en Hellín ni en Cieza. La plataforma vecinal obtuvo la promesa por parte del ya ex delegado del Gobierno, Manuel González Ramos, de que habría un nuevo Alvia con parada en Hellín en el primer trimestre del año. 

Esta misma semana, a escasas 24 horas de la puesta en servicio de la variante de Camarillas, la operadora Renfe anunció que a partir del 20 de mayo habrá un segundo tren híbrido en esta línea y que éste sí tendría parada en Hellín, tanto a la ida como a la vuelta. Con el tren híbrido, el Alvia, Hellín y Madrid estarán conectados en poco más de dos horas y 20 minutos, media hora menos que si el viaje si hace en el Altaria.

Lo que no ha gustado es el horario. En Hellín querían que fuese el primer Alvia del día, que llega a Madrid a las 9 de la mañana, el que parase en la localidad. Pero no, el Alvia que parará sale de Hellín pasadas las cinco de la tarde y llega a la capital de España cuando son más de las ocho de la tarde. « Esta noticia supone un jarro de agua fría y un sinsentido», declaró al conocer los horarios Gonzalo Aparicio, responsable del sector ferroviario de CCOO, que clama porque haya más trenes con parada en Hellín. 

Desde el sindicato advierten que este «panorama» aún es susceptible de «empeorar», pues se temen que cuando el AVE entre Murcia y Madrid por Monforte del Cid esté operativo, los trenes Alvia y Altaria que ahora circulan por la ruta Chinchilla-Cartagena sean desviados por esta nueva conexión, dejando la línea albaceteña sin las conexiones actuales, cuatro Altarias y un Alvia, los cinco de ida y vuelta.