Un nuevo partido de la última temporada de Primera División aparece ensombrecido en el desarrollo de la investigación de la Operación Oikos.

Según ha publicado el diario El Confidencial, dos semanas antes del Real Madrid-Huesca, jugado el pasado 31 de marzo, se produjo una reunión entre directivos del club oscense y terceros individuos no identificados que habría levantado las sospechas de el Servicio de Control de Juegos de Azar de la Policía Nacional.

Según documentos incorporados al sumario del caso,  los investigadores tienen en su punto de mira esa cita, que habría tenido lugar en Huesca, y creen que en ella se negoció el pago de una supuesta deuda de unos 100.000 euros que los dirigentes del equipo aragonés tenían con los supuestos cabecillas de la red, los exfutbolistas Raúl Bravo y Carlos Aranda, apodados los malos por el temor que suscitaban sus prácticas mafiosas en el mundo del fútbol. 

Los malos

En este sentido, y según la información publicada por El Mundo, Aranda y Bravo tenían amenazado a Agustín Lasaosa, presidente del club altoaragonés, por la citada deuda. De acuerdo con la noticia de este rotativo, en la documentación que está en manos del juez instructor aparece un mensaje en el que Íñigo López, jugador del Deportivo y ex del Huesca, comenta que "los malos vuelven a la carga", al referirse a las citadas amenazas de los cabecillas de la trama a Lasaosa.

La relación que tenían Aranda, Bravo y López con el expresidente del Huesca está ampliamente documentada por la investigación. "Lasaosa ha tenido, con anterioridad a la jornada 25/05/18, algún negocio con Raúl Bravo y Carlos Aranda, por el que les debería la suma de 100.000 euros, que le están reclamando. Íñigo López, que actúa como intermediario entre ambas partes, se ofrece a hablar con ellos y ayudar a Lasaosa, infiriéndose que habría adelantado dinero para el pago de un posible amaño", explica el documento judicial. 

La investigación, además, refiere otras tentativas de amaños, al margen del Huesca-Nàstic y el Valladolid-Valencia. Uno de ellos es el Lugo-Huesca, de mayo de 2018, así como una tentativa de amaño del CD Sariñena, con fecha sin determinar, y cuyo resultado no fue el pretendido.