El espacio aéreo del TLP aumentó un 45%

Josechu Guillamón
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El coronel Andrés Enrique Maldonado afirma que los cazas cuentan con la zona de vuelo más grande de Europa

Imagen de un curso del Programa de Liderazgo Táctico. - Foto: Rubén Serrallé

Aunque siempre se había dicho que el espacio aéreo que ocupaba el Programa de Liderazgo Táctico (TLP) de la OTAN en Albacete era inigualable con respecto al que se tenía en la Base Aérea de Florennes (Bélgica) hace 11 años, lo cierto es que no estaba siendo utilizado en toda su extensión por la aerovía de Valencia a Almería (que pasa por Yeste), para tráfico civil, que impedía usar de forma continúa el espacio aéreo desde Albacete hasta la costa.

De hecho, hasta que no se cruzaba esa aerovía, no se podía comenzar la misión de combate propiamente dicha, como explicaba el coronel jefe del TLP, Andrés Enrique Maldonado. «Realmente no usábamos el 45% de ese espacio aéreo». 

Algo que ha cambiado en el último curso de vuelo del TLP que finalizó la semana pasada, gracias al trabajo del Mando Aéreo de Combate y del Estado Mayor del Aire, que ha permitido crear un espacio aéreo continuo desde Albacete hasta la costa mediterránea. «Hablamos de unos 300 kilómetros desde Albacete hacia el Sureste, por unos 200 kilómetros de ancho, desde una altura de 1.000 pies del suelo (unos 300 metros de altura) hasta un nivel de vuelo ilimitado».

Este espacio aéreo que el TLP tiene a su disposición nueve tardes por trimestre de tres a seis de la tarde, cuando hay cursos de vuelo, ha permitido que el primer curso del  año haya sido un éxito en todos los sentidos, especialmente en seguridad.  

Posibilidades. Y es que el nuevo espacio aéreo ofrece muchas posibilidades, necesarias para el entrenamiento de los pilotos de los actuales cazas, como asegura el coronel Maldonado. «Este espacio aéreo permite preparar escenarios en los que se puedan utilizar las tácticas actuales de los aviones de combate, en los que se pueda actuar a grandes velocidades y usando las altas capacidades  de estos medios».

Además el jefe del TLP recuerda que los nuevos sistemas de armamento que llevan los aviones de quinta generación, tienen muchísimo alcance comparado con los misiles de hace 10 años. «Se necesitaba un espacio aéreo más grande, era una necesidad imperiosa para poder proporcionar el entrenamiento de calidad, del que siempre el TLP ha sido una referencia».  

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