La pandemia por Covid apenas influirá en el número de renuncias a herencias registrado en 2021 en la provincia de Albacete. A falta de cerrar memorias para conocer los datos oficiales, la percepción del decano del Colegio Notarial de Castilla-La Mancha, Luis Fernández-Bravo, es que el desistimiento sobre las propiedades por parte de los herederos no comportará incrementos sustanciosos con respecto a años anteriores y sólo registrará un aumento atribuible al parón de actividad que provocó el confinamiento de abril de 2020, un ejercicio «atípico» sobre el que no es conveniente realizar comparaciones.
Cabe observar que el Consejo General Notarial no registra los datos de renuncias a herencias por provincias, sino por comunidades autónomas. De esta forma, y según las cifras avanzadas a este diario por Luis Fernández-Bravo, Castilla-La Mancha cerró el año 2020 con 12.830 herencias, mientras que el primer semestre de 2021 contabilizó 8.000. De estas últimas, se produjeron 1.051 renuncias, es decir, un 13%, un porcentaje muy similar al estatal, que se movió entre enero y junio del pasado año en el 15,4%, cinco décimas más que al término de 2020. «Hay que esperar a cerrar los datos del segundo semestre de 2021, pero todo indica a que no se moverá mucho el porcentaje de renuncias respecto al número de herencias totales en esta región».
Detrás de un no a una herencia recibida de un finado hay numerosas razones. Aunque pueda parecer lo contrario, no todas coinciden y siempre depende del modelo tributario del Impuesto de Sucesiones y Donaciones de cada comunidad autónoma: «Hay comunidades donde las herencias se rechazan mayoritariamente por motivos fiscales, pero razones hay muchas como, por ejemplo, una enemistad personal».
Sin embargo, en Castilla-La Mancha, debido a las bonificaciones existentes en su Impuesto de Sucesiones, la principal razón por la que se rechaza una herencia es porque las deudas superan los activos del patrimonio legado, dado que cuando uno o varios herederos aceptan la transmisión del patrimonio, lo hacen con sus bienes, sus derechos y sus pasivos, es decir, «la herencia se acepta en bloque, deudas incluidas», recuerda el decano del Colegio Notarial de Castilla-La Mancha.
En este sentido es necesario recordar la existencia de una figura denominada aceptación a beneficio de inventario, que permite dejar a salvo el patrimonio de los herederos de la posible deuda. «Es una buena solución que muy pocas personas conocen», advierte Luis Fernández-Bravo, que aconseja siempre dejarse asesorar por un notario para evitar herencias envenenadas: «Hay personas que realizan una aceptación pura de la herencia sin asesoramiento profesional y luego se encuentran con la sorpresa de las deudas; hijos que venden el coche de su padre y no saben que, de esta forma, ya están aceptando una herencia cuya deuda es mayor que el activo».
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