El Albacete ganó como nunca y jugó como siempre

C.G.
-

1
Albacete Balompié
0
Real Zaragoza
Finalizado
Cuatro balones al palo y la falta de tino del Zaragoza salvaron al equipo de Menéndez

Fuster transforma en gol el penalti logrando el único tanto del partido. - Foto: José Miguel Esparcia.

El Albacete logró ayer una victoria que le proporciona oxígeno, aunque otra cosa fueron las sensaciones que dejó, manifiestamente mejorables.

En la primera mitad, el Zaragoza interpretó mejor el partido desde los primeros minutos. Sabedor de la ansiedad de su adversario, comenzó a manejar la pelota con criterio, sin arriesgar y acelerando según le convenía. Así llegaron los primeros acercamientos del equipo de Juan Ignacio Martínez en un pase de Vigaray al segundo palo que el Toro Fernández no anduvo mejos de rematar y una arrancada de este último por la izquierda cuyo pase tampoco pudo convertir en nada productivo Zanimacchia.

El Albacete, intentando juntar las líneas para evitar las maniobras del cuadro maño, solo ofreció un lanzamiento lejano e inocente de un Zozulia casi desaparecido, aunque más zozobra produjo otro balón al área albacetense que Francho no pudo controlar con precisión para fusilar a Tomeu Nadal.

El encuentro entró en una fase de indefinición, lo que aprovechó un Albacete que, sin saber exactamente cómo hincar el diente al partido, encontró su momento en un lance aislado en el que Vigaray, elevando en exceso el pie, se anticipó a Manu Fuster dentro del área. El colegiado, después de consultar la jugada por el videoarbitraje, señaló penalti y los blancos se encontraron con una ventaja que nadie esperaba.

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