Ante un punto de no retorno

Agencias
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La ONU exige voluntad política para que el reto climático no sea «inalcanzable» y avisa a los países que la crisis «ya no es un problema a largo plazo» y que el mundo «está en el hoyo»

El secretario general de la ONU, António Guterres - Foto: Javier Lizón

Un día antes de comenzar la cumbre climática mundial (COP25) en Madrid, el secretario general de la ONU, António Guterres, dio un adelanto de lo que se va a tratar en los próximos días en Madrid: la emergencia que vive el planeta y las claves para tratar de evitar una catástrofe irreparable. De este modo, urgió a los países a dar el salto a una nueva era de acción climática, porque «el punto de no retorno está a la vista, se nos echa encima».

«Ya no es un problema a largo plazo», los cambios climáticos están ocurriendo «mucho más rápido» de lo que avanza la humanidad para frenarlos; «estamos en un agujero y seguimos cavando en él», como si no hubiera final, pero «pronto será demasiado tarde para escapar», advirtió.

«Durante muchas décadas, la especie humana ha estado en guerra contra el planeta y el planeta ahora contraataca. Tenemos que dejar de agredir a la naturaleza, y la ciencia nos dice que es posible», insistió.

El impacto de esta crisis climática es evidente: los últimos cinco años han sido los más calurosos, los niveles del mar los más altos, los océanos se acidifican, la biodiversidad esta amenazada; además, los fenómenos extremos aumentan su frecuencia y son más desastrosos, con destrucción y coste de vidas humanas, que no deja de aumentar y con sequías que se agravan hasta niveles alarmantes.

Guterres aseguró que entiende a la juventud cuando grita en las calles, con un clamor cada vez mayor, para que los Gobiernos actúen ya frente a esta crisis porque «estamos poniendo en riesgo su futuro».

«Mi mensaje no es de desesperación, sino de esperanza para hacer frente a nuestra guerra contra la naturaleza, que tiene que parar y es posible», como plantean los científicos, quienes han puesto sobre la mesa la necesidad de no superar un calentamiento global por encima de 1,5 grados en este siglo para evitar consecuencias catastróficas.

Europa debe «ser pilar fundamental» en la negociación global para alcanzar la neutralidad del carbono, en la que se involucren todos los Estados, porque eso «dará una autoridad moral muy importante para que las negociaciones puedan ser un éxito»,agregó.

Esta COP25 organizada en un tiempo récord, tras moverse su sede a Madrid hace apenas tres semanas después de que Chile renunciara a celebrarla, es de especial relevancia debido a que es el último paso en las negociaciones de cara a la implementación a partir de 2020 del Acuerdo de París, que exige a los países presentar compromisos más ambiciosos.

«Sin excusas»

En esta cita deberían plantearse «compromisos más ambiciosos» y darse «señales claras» desde los mandatarios, según Guterres, de que están dispuestos a asumirlos con «transformaciones profundas» de sus sistemas de producción de energía, industria, construcción y urbanismo. Y en ella, agregó, los Estados tienen que demostrar «compromisos fuertes» con la neutralidad de carbono en 2050, la reducción «dramática» de emisiones contaminantes hasta 2030 y la garantía de limitar a 1,5 la temperatura global en este siglo como defiende la comunidad científica, para evitar daños devastadores.

Hay que asegurarse de que los compromisos nacionales incluyen «una transición justa» para que los más vulnerables se vean «lo menos perjudicados por el paso de una economía gris a otra verde» y se garanticen 100.000 millones de dólares al año para mitigar los daños de la crisis climática sobre países en vías de desarrollo, insistió, por lo que ve que es muy importante que se reconozca que estos países están sufriendo ya los impactos de esta crisis y tengan «apoyos muy fuertes» para hacerla frente y combatir los desastres naturales a los que están expuestos.

El secretario general confió en que se lograrán pactos en la redacción del artículo 6 sobre mercados de carbono, uno de los grandes escollos en esta cumbre. «No quiero concebir la posibilidad de que no haya acuerdo sobre el artículo sexto», precisó. «Estamos aquí para aprobar sus líneas directrices y no para encontrar excusas» que nos alejen de un acuerdo, zanjó.