El salón de plenos del viejo Ayuntamiento de la capital fue el escenario elegido para la entrega de los trofeos oficiales de la pasada Feria Taurina de Albacete, galardones que reconocieron al triunfador del ciclo taurino, la faena y estocada más destacadas y a las mejores ganaderías.
El acto, presentado por el crítico taurino de La Tribuna, Pedro Belmonte, y amenizado por el grupo de cámara de la Unión Musical Ciudad de Albacete, dirigido por Alberto Nevado, contó con una amplia presencia de profesionales, aficionados y personalidades de muy distintos ámbitos.
Tras la interpretación de Pan y toros, de Francisco Asenjo Barbieri, pasodoble con el que habitualmente se hace el paseíllo en la plaza de toros albacetense, el presentador realizó un encendido elogio de la tauromaquia y abogó por la defensa de la fiesta de los toros, algo que materializó en la lectura del poema de José Bergamín Gutiérrez Al toro, precisamente el mismo que intercaló la cantante Estrella Morente durante su actuación en un popular programa televisivo, algo que le valió numerosas críticas de los antitaurinos, unos ataques, que, a su juicio, está apoyados por «una ideología integrista» y «por multinacionales del mascotismo», además de «por grupos sectarios que van en contra de todo lo que huela a cultura y tradición españolas».
A continuación arrancaba el acto en sí con los premios en el apartado ganadero, promovidos por la Delegación Provincial de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Comunidades, comenzando con el trigésimo segundo trofeo al Toro más Bravo, que recayó en Lagartijo, del hierro de La Reina, lidiado el 8 de septiembre por Rubén Pinar, y que entregó el delegado Diego Pérez al ganadero José Miguel Arroyo. Joselito mostraba su alegría por este reconocimiento y recordó tanto a su padre, con el que comparte ganadería, como al mayoral, «que es el que más sufre los sinsabores y los momentos duros, porque estos triunfos son gracias a ellos, a la gente del campo».
A continuación, el concejal de Promoción de la Ciudad, Turismo y Comercio, Modesto Belinchón, hacía lo propio y daba el de Novillo más Bravo, galardón que fue para Mimoso, de la ganadería Encinagrande, lidiado el día 12 por José Fernando Molina, y que recogió su propietario, el diestro y ganadero albacetense Manuel Caballero, que reconocía a La Tribuna sentirse «muy contento y satisfecho porque, lógicamente, Albacete para mí es especial». Subrayó que «en realidad el tema ganadero es un tributo que le estoy pagando al toreo, porque es un capricho, y me da mucho gusto recibir este premio por un novillo que he criado yo y que toreó un chaval como José Fernando Molina, al cual apodero y en el que tengo una ilusión tremenda puesta en él».
Cabe citar que también en el apartado ganadero, en esta ocasión, el premio denominado Molino de la Bravura para la corrida más brava de la Feria quedó finalmente desierto.
Posteriormente tenía lugar la entrega del decimoquinto trofeo a la Mejor Faena de la Feria, patrocinado por el Ateneo Albacetense, que recayó en el diestro extremeño Emilio de Justo por la lidia del sexto toro de la Ganadería de Juan Pedro Domecq el día 16 de septiembre, y que fue entregado por el presidente del Ateneo, Tomás Mancebo, a la responsable de comunicación del torero, Irene Martín Moya, ante la ausencia del diestro.
Después de la segunda nota musical de la tarde, la interpretación del pasodoble Gallito, compuesto por el maestro Santiago Lope Gonzalo (este año precisamente se cumple el centenario de la muerte de Joselito El Gallo), fue igualmente Irene Martín la que, en representación del diestro Emilio de Justo, recogía el trigésimo séptimo Trofeo a la Mejor Estocada, que promueve la Asociación de Cuchillería y Afines, de manos del secretario de Aprecu, Ramón Pareja Ortiz, y que reconocía la estocada con la que el torero de Torrejoncillo despachó al sexto toro (segundo de su lote) de la ganadería de Juan Pedro Domecq, lidiado por el torero el 16 de septiembre.
Finalmente, el cuadragésimo quinto trofeo Dámaso González al Triunfador de la Feria, que está patrocinado por el Ayuntamiento de Albacete, fue entregado por el alcalde, Vicente Casañ López, al torero de Santiago de Mora Rubén Pinar, dándose la circunstancia de que es el cuarto año consecutivo que recibe esta distinción el diestro albacetense. Pinar se mostraba orgulloso de este nuevo reconocimiento y aseguró que «es una inmensa alegría y una recompensa al trabajo que se lleva a cabo durante la temporada; cuando te premian y reconocen, además en tu tierra, es una ilusión para seguir luchando e intentando dar siempre el 100 por 100».
El acto finalizaba con la interpretación de un nuevo pasodoble taurino, El tío Caniyitas, de Ricardo Dorado Janeiro, por parte de los integrantes de la Unión Musical Ciudad de Albacete.