La Venerable, Antigua y Penitencial Cofradía del Cristo de la Sangre -conocida popularmente como Cristo de las Misericordias- fue la encargada de abrir ayer, Viernes de Dolores, el calendario de procesiones en Albacete, con el traslado de esta venerada imagen desde la capilla del Cementerio a la iglesia parroquial de El Buen Pastor, portada en hombros por ocho costaleros.
Su presidente, José Andrés Pérez, recordó a La Tribuna que la Cofradía es la más nueva de la Semana Santa local, junto a la del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas (ambas datan de 2013), aunque ya a finales del siglo XVI existiese una hermandad del Cristo de la Sangre. «Tenemos el honor -destacaba- de ser la Cofradía que inicia el calendario procesional desde hace seis años, además su itinerario se aleja bastante del centro de la ciudad».
En efecto pasadas las 18,30 horas y con una temperatura primaveral (muy distinta a la registrada el año pasado, donde incluso llovió), el cortejo iniciaba su andadura en dirección a las pasarelas de la autovía y del ferrocarril, siguiendo después por las calles Letur, Toledo, Valladolid, Ferrocarril, Parque del Ferrocarril, Federico, García Lorca, Carmen Ibáñez, José Isbert, Zurbarán y llegada al Buen Pastor. Centenares de fieles participaron en la procesión, entre ellos el vicario general de la Diócesis, Luis Enrique Martínez, el alcalde, Manuel Serrano, los concejales Llanos Navarro y Alberto Reina, el presidente de la Junta de Cofradías, José Manuel Hernández, y miembros de diversas hermandades.
Ataviados con traje oscuro, camisa blanca y corbata negra, los cofrades fueron acompañados también por la Banda de Cornetas y Tambores de la Real Asociación de Nuestra Señora de la Virgen de los Llanos y realizaron las 14 estaciones o paradas de rigor, la primera frente al Tanatorio y la última en el templo parroquial.
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