La crisis sanitaria consecuencia de la pandemia ha evidenciado un sistema inadecuado de disponibilidad, almacenamiento, cálculo de stocks y basada en la distribución puntual de materiales y equipamiento sanitarios. La deslocalización de la industria con la pérdida de la producción cercana al consumidor, en los bienes desde los más complejos –tecnología sanitaria de alto nivel o medicación- como en los productos más simples como ropa y complementos de trabajo, hidrogeles, etc.-. ha tenido una consecuencia por todos reconocida: el desabastecimiento, la competencia internacional, la inflación, la carestía y la dependencia de redes de provisión y de distribución no siempre fiables o cumplidoras.
El COE de Albacete, acudimos como tantos, a la provisión local y comarcal. Incluso a la confección casera de batas con los materiales disponibles y con los que pudimos ir comprando con pequeños empresarios hosteleros y textiles. Se creó un grupo de confección con las mujeres internas de prisión. Se organizó un sistema de distribución con compañeros y supervisoras que lo hicieron llegar a las distintas Unidades hospitalarias y Centros de salud.
Hemos estado en contacto permanente con los enfermeros de primera línea, supervisores, directores, responsables de suministros, redes y almacenes de las Gerencias para conocer de primera mano las necesidades e implicarnos así en conseguir artículos con calidad y de las empresas del sector fiables.
Siendo conscientes de la necesidad de equipos de protección que, todavía a día de hoy, continúa existiendo en buena parte de hospitales y centros de nuestra Provincia desde el inicio de esta crisis, el Colegio ha adquirido, nuevamente, una partida de material de protección que sumada a la recibida desde el Consejo General de Enfermería, se entregará en los próximos días a las distintas Gerencias de Atención Integrada de la provincia, y para los centros de mayores de Bienestar Social y de la Diputación provincial.
Entre el material a repartir se encuentran 2000 batas, 140 batas confeccionadas, 120 buzos integrales, 600 gorros, 1000 calzas y 3000 mascarillas FPP2, revisadas para garantizar que cumplen los estándares de calidad.