"Sin ayudas es difícil asegurar que el cine salga adelante"

Magdalena Tsanis (EFE)
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El directivo reflexiona sobre cómo el virus ha golpeado a las salas de proyecciones y augura que, pese a la crisis, la gran pantalla podrá sobrevivir si aparecen los recursos para evitar el hundimiento del engranaje empresarial del séptimo arte

"Sin ayudas es difícil asegurar que el cine salga adelante"

El cierre obligatorio de las salas cines en algunas comunidades como medida preventiva para frenar el coronavirus y la falta de contenido por la paralización de la industria debido a la pandemia acrecientan la incertidumbre sobre el sector de la exhibición. Ayudas directas y unidad de mercado son las claves para resistir, según Fernando Évole, máximo responsable de Cines Yelmo, que considera que «el cine sobrevivirá», aunque alerta del peligro de «destruir un entramado industrial que cuesta muchísimo reconstruir».  

 

En estas fechas en un año normal los distribuidores pelean por conseguir un hueco en la cartelera, pero este fin de semana, por ejemplo, solo ha habido cinco estrenos. ¿Cómo afrontan esta situación?

Sufrimos mucho la falta de estrenos, pero también nos afecta la incertidumbre que nos rodea: si cerramos o no, si nos confinan domiciliariamente o no. Esa confusión hace que la gente se lo piense a la hora de ir al cine, a pesar de que se ha visto que tienen ganas de ir y se sienten seguros. No ha habido ningún brote confirmado en el mundo en un cine.

Antes de llegar a esta situación muchos exhibidores se han quejado de que las grandes distribuidoras hayan retirado del calendario las películas más comerciales.

Nos sentimos un poco abandonados por parte de la distribución. Tenemos modelos de negocio muy distintos: nosotros asumimos unos costes fijos importantes, poner la locomotora en marcha nos cuesta mucho dinero, mientras que quien tiene una película la puede guardar en un cajón y sacarla más adelante.

Dicho esto, me parece un error por parte de las distribuidoras, porque no estrenar ahora no quiere decir que vayan a tener una situación mejor en el futuro, puede que muchos cines no aguanten o que haya demasiada competencia si salen todas las películas a la vez.

¿Temen un cierre generalizado en las próximas semanas?

No lo sé, no dispongo de esa información pero vemos a nuestro alrededor, países como Italia, Francia, Alemania o Inglaterra y todos están cerrando cines. Lo que ha dicho Fernando Simón es que no les preocupa el cine como actividad donde pueda haber contagios, sino el movimiento de personas. Somos una actividad prácticamente sin riesgo.

Lo que pedimos, eso sí, es mensajes claros y unidad de mercado. Para que una película se estrene en España, todos los cines del país tienen que estar abiertos porque si empiezan a cerrarse zonas, a los distribuidores no les salen los números y el resto de salas abiertas nos quedamos sin contenido.

Se ha publicado recientemente la resolución del ICAA (Instituto de Cinematografía) que concede algo más de 10 millones de euros a las salas para hacer frente a la situación y, en su caso, les corresponden 1,4 millones.

Es de agradecer, pero esa cantidad apenas cubre nuestros gastos de una semana. Tenemos 50 cines, más de 1.200 empleados. Necesitamos más ayudas y más generosas para poder sobrevivir, no solo nosotros sino todo el sector. De cara a 2021 estimamos necesarios entre 40 y 50 millones para que la industria se sostenga.

En Alemania han cerrado los cines en noviembre pero les compensan con el 70 por ciento de los ingresos que habrían generado en un mes normal, para que veamos la diferencia abismal entre países. ¿Qué estimaciones de pérdidas manejan para este año?

No puedo dar ese dato, pero son pérdidas sustanciales que ponen en riesgo la viabilidad del negocio. Estamos haciendo esfuerzos para aguantar, tanto la compañía como los proveedores y acreedores, pero sin ayudas es difícil asegurar que vayamos a salir adelante.

Muchos dicen que la crisis del cine es previa a causa de las plataformas pero el año pasado la asistencia a las salas creció más de un 5 por ciento tanto en la Unión Europea como en Iberoamérica.

El cine ha superado todas las crisis desde que existe: guerras civiles, mundiales, la llegada de la televisión, del VHS, del DVD y ahora el streaming. El cine sobrevivirá, eso seguro, pero tenemos que hacer lo posible para no destruir un entramado industrial que cuesta muchísimo reconstruir, nos tenemos que unir todos, recibir ayudas y el apoyo de distribuidores y productores.

El streaming tiene que estar ahí para quien quiera disfrutar de contenido en casa, pero nosotros somos otra cosa, no competimos con las plataformas, sino con experiencias fuera de casa.

¿Ve sensibilidad en el Gobierno para recibir más ayudas?

Veo sensibilidad y predisposición y comunicación, pero todavía faltan recursos, es un tema de cantidad más que de voluntad, cantidad para que el sector sobreviva y no nos lo carguemos.

Han reforzado el contenido alternativo como respuesta a la crisis, con retransmisiones de conciertos, óperas o reestrenos. ¿Hasta qué punto es eficaz esa estrategia?

El contenido alternativo es una fórmula creativa de defensa. Todo suma, pero nos hace falta el blockbuster, la película que moviliza a la gente. El resto son complementos, pero no sustitutos.

¿Cree que cuando todo esto pase los hábitos del espectador serán los mismos?

Si lo piensas ya hemos cambiado, pensamos y nos comportamos diferente y el consumo de cine también cambiará, pero seguirá siendo una prioridad de ocio de los españoles, el cine puede tener un fuerte resurgir cuando volvamos a la normalidad.

La situación es complicada pero soy optimista, creo que este sector tiene una fuerza brutal con la que no puede ninguna pandemia. Cuando esto se regule la gente va a volver al cine y a sentir esa emoción, tenemos que intentar hacerlo bien para que cuando eso ocurra los cines sigan ahí.