«La poesía está en la mirada sobre las cosas»

C. Guzmán
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El cineasta rodense prepara un nuevo proyecto tras el éxito de su último corto 'La flor blanca'

El cineasta rodense Hernán Talavera en una imagen de archivo. - Foto: ARTURO PÉREZ.

El cineasta rodense Hernán Talavera la completado una fructífera actividad en los últimos años y ahora trabaja en una nueva creación, siempre bajo la perspectiva de la poética de lo cotidiano.

¿Se trae entre manos alguna nueva creación?

Estoy con un nuevo proyecto de cortometraje. Vamos poco a poco porque este año hay oposiciones y hay que combinarlo con el estudio. El rodaje está parado, pero de vez en cuando dedico un rato a la escritura, el guión, el estilo, el material y la documentación.

¿Puede adelantar algo?

Trabajo sobre los objetos personales y familiares en un ámbito doméstico, y las historias que hay detrás de estos objetos.

¿Y el título?

Todavía no es definitivo, pero es posible que sea Inventario póstumo.

De su actividad reciente destaca la muestra de cine Zinexín de La Roda. ¿Qué balance se hizo de la misma?

Muy bueno. Se hicieron algunos cambios en las fechas, que en este caso no fueron días consecutivos al pillar un fin de semana, pero funcionó igual. Se hicieron las proyección de cortometrajes y películas, y resultaron muy bien, con lo que el ánimo es bueno para la próxima edición.

El corto ‘La flor blanca’ ha acudido a certámenes de todo el mundo y ha resultado un éxito.

Fue el último cortometraje que hice, un videopoema con un poema previo, que, en efecto, se ha movido mucho, tanto en festivales específicos de videopoesía como en los de cine en general. Estoy contento porque no se ha limitado a círculos muy específicos.

 ¿Qué es lo que más gustó de este cortometraje?

La atmósfera que tiene, el paisaje, la nieve.

¿Se puede hablar de la poetización de lo cotidiano como concepto central de su obra?

Más que en el producto final, la poesía está en la mirada sobre las cosas, que es lo que finalmente transmites. La obra es una clave que das al espectador para proponerle una nueva manera de mirar no solo la obra sino su propio día a día, y utilizar lo cotidiano es una manera de llegar a él. Si un cineasta llega a Marte y lo graba, las imágenes serán muy espectaculares, pero ¿qué pasaría si tiene que grabar en su casa en uno de estos días que estás sin salir? Habría que llamar la atención sobre lo que tienes alrededor, y eso es lo que me interesa.

Esa mirada poética no solemos extraerla de nuestras tareas cotidianas.

Adquieres una rutina y una monotonía en los espacios que transitamos diariamente, eso hace que se convierta en invisible porque lo automatizas y el cerebro solo procesa la información nueva, pero la que ya conserva no, y son momentos que dejan de vivirse. Cuando decimos que cada vez pasan más rápido los años es porque dejamos de fijarnos en el momento presente, y con este tipo de cine que quiero hacer pretendo devolver la atención a lo cotidiano y vivir el momento presente.

‘Canción en la noche’, otra de sus obras, en este caso largometraje, también alcanzó un éxito muy importante.

Cuando empecé a hacerla no sabía si iba a ser un corto o un largometraje, y tampoco me preocupaba porque se trataba de un diario. Reuní todo el material y cuando empecé a montarlo me di cuenta de que iba a ser un largometraje y, por tanto, debía prestar más atención a la estructura porque había que mantener el interés del espectador en la pantalla durante más de una hora. Si me hubiese planteado desde el principio un largometraje, lo mismo me habría asustado, pero como no era consciente de eso, me di cuenta al final. A la hora de presentarlo en festivales también era un problema porque se proyectan muy pocos y es muy difícil que te seleccionen.

Pero lo seleccionaron.

Pensaba que no iban a coger en ningún sitio una obra tan discreta y austera. Un jurado  no hace más que ver películas que, si a los cinco minutos no les llama la atención, dejan de verlas. Tenía pocas esperanzas por eso, pero al cabo de unos meses me llegó un correo electrónico del Festival de Cine Documental de Tel Aviv, uno de los más importantes de Medio Oriente, que había seleccionado la película, y no me lo podía creer. A partir de ahí comenzaron a seleccionarla en Francia, en España, en Sudamérica… Para ser un largometraje estoy muy contento.