«Este acto con vosotros que os empeñáis en que sea un homenaje se lo dedico a mis padres, los rodenses Arturo y Eugenia, a los que tanto debo en mi formación». Fueron las primeras, y más que emotivas, palabras que uno de los grandes/grandes historiadores españoles de la actualidad, Ángel Viñas Martín, pronunció al comenzar el acto en la Casa de Castilla-La Mancha del que fue protagonista la pasada semana. No fue el único reconocimiento en Madrid que tuvo este intelectual en de raíces rodenses, que vive en Bruselas, ya que al día siguiente recibía uno de los prestigiosos galardones que otorga el Foro Milicia y Democracia en el Centro de Estudios Constitucionales y Políticos.
Cuando, en un anterior viaje de Viñas a la capital de España, desde la entidad regional se le contactó hace ya varios meses, se le pidió que, aparte del homenaje, al que también se adhirió -así como en la organización del evento- el grupo de Albacete en Madrid, en el que figuran varios de los miembros de la desaparecida Peña Rodense, pronunciase una conferencia del tema que quisiera. El historiador, por supuesto, aceptó señalando que además le gustaría un coloquio con los asistentes «de los que siempre se aprende algo», y que con eso bastaba y no era menester ningún otro reconocimiento.
De modo que aprovechando su estancia durante una semana larga debido a sus investigaciones en el Archivo Militar de Ávila, de cara a un futuro libro, Viñas tuvo la deferencia de buscar un hueco y consensuó un título para su charla, el de ¿Es distinta la historia de España a la del resto de países de nuestro entorno? La expectación previa a este paso, y paseo, de un intelectual como él hizo que se llenase a tope el salón de actos de la Casa con muchos castellano-manchegos, dentro de ellos con mayoría de albacetenses, y varios destacados personajes de la diáspora paisana.
La presentación corrió cargo de José Fernando Sánchez, presidente de la Casa, con unas breves palabras agradeciendo «haber podido contar con un insigne historiador que se merece este homenaje como tal y como gran humanista, como el hombre del Renacimiento que es». Añadió que en su especialidad, en estos tiempos del corta y pega, se ha volcado en la investigación recorriendo archivos de medio mundo, y que más allá de la historia, el rodense cuenta con un amplio periplo por todas las ciencias sociales. «En definitiva que todos los aquí presentes y todos los manchegos estamos orgullosos de poder presumir de tan importante paisano».
Con su habitual modestia y sencillez, Viñas dijo estar abrumado por tantos elogios y agregó que los aceptaba porque él los redirigía a sus padres, que dejaron La Roda a finales de la década de los 30 para instalarse en Madrid, donde él nació y creció visitando los veranos y en muchas otras ocasiones la localidad albaceteña, de la que dijo sentirse tanto como de la capital española. Tras lo cual, también con un lenguaje didáctico y fácilmente comprensible no exento de humor, inició su charla.
En ella dejó claro que, más por desgracia que por suerte, nuestra historia en el siglo XX es distinta de los países similares por diversas razones como que tras perder el imperio fuimos el único que lo iniciamos sin colonias, seguían sin llegarnos las influencias modernizadoras de la Revolución Industrial y de la Francesa en las que quedamos al margen, sin embargo las influencias – «negativas, claro», precisó- del Ejército y la Iglesia eran mucho mayores, no participamos en la Primera Guerra Mundial, tuvimos una República que quiso reformar el país demasiado deprisa y no contó con el apoyo de las grandes potencias como Estados Unidos, Francia e Inglaterra, y luego sufrimos una dictadura durante cuarenta años.
Más información en la edición impresa y en la APP de La Tribuna de Albacete (https://latribunadealbacete.promecal.es)