«Los retratos son satíricos, muy duros»

A.D.
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«Había verdadera libertad de expresión, no como ahora»

El periodista albacetense Antonio Magán. - Foto: Rubén Serrallé

El albacetense Antonio Magán presentó  en el marco de la Feria del Libro su último libro, Retratos (periodismo samurái). El autor comentó las singularidades de este libro de artículos.

¿Una recopilación?

Así es, Retratos es una recopilación de artículos que publiqué en La Voz de Albacete hace cerca de 20 años.  Los  reunimos porque la editorial, y yo mismo, pensamos que eran una obra completa.

¿Por qué periodismo samurái como subtítulo?

Yo empecé en el periodismo por una  cuestión de honor, era como un samurái.

¿Cómo son estos Retratos? 

Los retratos son satíricos, muy duros a veces, incluso salvajes cuando hablaba de políticos a los que criticaba. Era muy peligroso porque eran políticos en activo, pero bueno, como periodista, el día que no me querían despedir, era un día inútil. 

Los retratos van acompañados de unas ilustraciones  de Pablo Gallardo, de la época, cuando los dos trabajábamos en La Voz de Albacete. 

¿Qué personajes encontrará el lector?

Está Bono, Pérez-Castell, todos los concejales del Ayuntamiento; Juan Garrido, entonces alcalde del PP, Agustín Fernández, Carmina Belmonte. Luego, había otros retratos de gente popular a la que, por supuesto trataba bien. 

Una tercera parte son retratos inventados, historias que me habían ocurrido,  con personajes que me inventé, donde iba volcando lo que era la vida intelectual y política de la ciudad.  

¿Cómo quedan a día de  hoy esos retratos?

Me han sorprendido gratamente, como decimos en el prólogo. Primero me sorprendió que escribiera de esa manera y que me dejaran hacerlo, porque había una verdadera libertad de expresión, no como ahora. 

Vuelco la frustración de la generación de los 90. Lo veo amargo, pero a la vez cómico, satírico; me ha gustado releer esos retratos.  

¿Podría hacer de nuevo esos artículos?

La mitad no seguro. Hoy, con las redes sociales y lo políticamente correcto, sería imposible. Utilizo un castellano que hoy ya no se usa, todo son eufemismos,  sería muy difícil volver a publicarlos. 

¿Cuál es el que más le gusta al autor?

Soy coherente con el mío, que es el primero, en el que me pongo a parir, pero hay muchos que me gustan, como El cabo de la legión retirado de jornalero, El militante de centro, que es una barbaridad; El mochilero, La chica de la carpeta, El antro, que es como un resumen de lo que viví.  

¿Hoy los políticos se dejarían retratar así o protestarían?

En esa época no estaban acostumbrados a maltratar a los periodistas como ahora se maltrata, nos dejaban un poco más. Hoy, por desgracia, cualquier crítica a un partido o político va acompañada de amenazas siempre, de despido al periodista. 

Hemos perdido mucho por el camino, pero lo digo  respecto  a todos los partidos, tanto de derechas como de izquierdas; el periodismo está excesivamente politizado. Hemos perdido libertad de expresión y respeto de los políticos al periodista, en parte es culpa nuestra por no haber sabido defendernos. 

¿Lleva bien ese alejamiento del periodismo?

Eso lo llevo dentro, soy periodista desde que me levanto hasta que me acuesto, pero en estos momentos me dedico a otra cosa.  

Desde que me metí en Facebook, hace unos tres años, me voy quitando el ansia viva del periodismo, por eso sigo escribiendo y publicaré de nuevo. Tengo dos obras, unas memorias a las que me gustaría acompañar con paisajes de Albacete, y una novela muy bestia, muy salvaje.