Los mayores de 80 años serán los primeros en ser llamados para ponerse de forma voluntaria la vacuna de la gripe. Una campaña que ha comenzado este martes 2 de noviembre y que tiene aún como telón de fondo el escenario de pandemia que aún está con nosotros, por lo que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se ha querido hacer un mayor esfuerzo para esta campaña, con una inversión cuatro veces superior a la de la campaña pasada, hasta los 9 millones de euros, y con un 80% más de dosis, hasta las 750.000 que se han adquirido. Pero no solo en cantidad está el salto de esta campaña, también en las características de las vacunas ya que 50.000 de ellas son de alta inmunogenicidad, más eficaces, y que irán dirigidas a los usuarios de centros de mayores preferentemente; 200.000 de tetravalente adyuvada, destinadas a los mayores de 70 años. Y resto de vacunas de tipo tetravalente para cubrir el espectro de las posibles cepas que puedan circular.

El director general de Salud Pública de la Junta, Juan Camacho, informó del arranque de esta campaña que, además de esas dos novedades, se quiere solapar con la inyección de la tercera dosis de recuerdo frente a la covid, para incrementar la protección de las personas mayores y de los grupos más vulnerables, ya que "la coadministración de estas vacunas es segura y efectiva", garantizó Camacho.

De este modo se procederá a una "captación activa" para animar al mayor número posible de personas a vacunarse en esta campaña que, ante la coexistencia de ambos virus y la aún escasa información sobre las consecuencias de la ambas infecciones para la salud, preocupa mucho al Ejecutivo. "Tiene especial relevancia esta campaña porque seguimos en pandemia, y la posibilidad de la coinfección apuntan a una mayor gravedad, lo que hace que seamos especialmente prudentes". Es por eso que la directora general de Cuidados y Calidad del Sescam, Begoña Fernández, no dudó en hacer ese llamamiento porque "las vacunas salvan vidas".

"No nos vamos a conformar" dijo Camacho, que aseguró tener "capacidad y dosis suficientes" para alcanzar a más del 75% de la población diana mayor de 65 años vacunada, y a más del 60% en el resto de la población. "No nos van a faltar vacunas" garantizó.

Se empezará con los mayores de 80 años y grupos vulnerables, así como los profesionales de la sanidad y servicios sociosanitarios. Y cuando se vaya completando este espectro se bajará a las personas de entre 70 y 79 años. A continuación irán los de entre 65 y 69.