Óscar Dejuán

Óscar Dejuán


Impuestos en la aldea global

07/06/2021

Si nos damos una vuelta por el centro de Albacete encontraremos carteles con este mensaje: «Cerrado porque gente como usted ha preferido comprar por internet». Para ser más precisos debieran decir: «Cerrado porque este establecimiento pagaba más impuestos que los gigantes tecnológicos de Wall Street». No estamos exagerando. El valor de capitalización de Google, Amazon, Facebook, Microsoft o Apple, cada uno por separado, supera al PIB español. Sin embargo, apenas pagan impuestos y lo poco que pagan queda concentrado en Irlanda, donde los tipos impositivos a los beneficios (IBS) son menores. En los últimos meses España y otros países europeos han osado proponer la llamada «tasa Google». La reacción de EEUU ha sido fulminante: las exportaciones de estos países a América serán penalizadas con altos aranceles. 
El sábado 5 de junio se hizo la luz. El G7 aprobó que el 20% de los beneficios de estas multinacionales se consideren generados en los países donde operan, en vez de su sede oficial. Para evitar la competencia fiscal entre estos países, todos impondrán una tasa mínima del 15% (en Irlanda el tipo del IBS era del 12,5%; en España el 25%). 
Aunque para algunos esta cifra sepa a poco, hay que reconocer que es un primer paso hacia la coordinación de la fiscalidad y la justicia social en una economía globalizada. Otros se lamentarán de que los nuevos impuestos subirán el precio de nuestras compras por internet. De eso se trata: que los consumidores paguemos el «precio de producción», donde va incluido el beneficio y los impuestos. 
Me gustaría encontrar pronto en los establecimientos de Albacete carteles de este tipo. «Volvemos a abrir, una vez que se ha obligado a los gigantes de internet a pagar impuestos y a poner en nómina a los repartidores».