Una cosecha solidaria para Adriana

T.R
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La familia recibió 2.820 euros de la campaña de venta de naranjas de los socios del huerto Los Mirlos, que se destinarán a financiar las terapias de la niña afectada de una enfermedad rara

Adriana junto a sus padres en posición de lanzar un beso al aire. - Foto: José Miguel Esparcia

Adriana es una niña albacetense de dos años y con una grave discapacidad fruto de una rara enfermedad genética que ha iniciado una carrera de fondo en la que ya cuenta con muchos aliados. 

A los seis meses de vida, su madre descubrió que algo no marchaba bien y comenzó un peregrinaje de médicos en busca de una solución. En el análisis genético  del exoma (fracción de ADN del genoma humano) al que se sometió Adriana se encontraron tres mutaciones genéticas, una es una miotomía congénita que le afecta a la relajación de los músculos, y otra casi con toda seguridad podría tratarse del síndrome cebalid, una enfermedad de las denominadas poco frecuentes. 

Ambas patologías impiden de momento a esta niña andar y hablar. Pero si bien su recuperación es lenta gracias a los tratamientos de Atención Temprana que recibe en el Centro Base y a la ayuda complementaria de fisioterapia y terapia ocupacional y pronto terapia acuática que tiene a nivel privado, poco a poco la pequeña va rompiendo las barreras de su discapacidad.

En esta lucha diaria Adriana no está sola, cuenta con el cariño y apoyo de su familia, y en especial de su madre coraje, Llanos Alfaro, que ha dejado su trabajo, para dedicarse en cuerpo y alma a cuidar de los suyos, ante la complicada deriva que ha tomado su vida  familiar con un camino de espinas difícil de superar: su hijo mayor, Javier también está enfermo de los riñones y su marido, lucha por vencer el cáncer de colon que padece.

apoyos. Ante este panorama ya hay muchas personas solidarias que han salido al encuentro para apoyar a la familia de Adriana y ayudar a costear las terapias de la niña, con la recogida de tapones emprendida por la empresa de seguros propiedad de Lidia Morcillo, que ya ha recogido casi 4.000 kilos de tapones, y con la campaña Naranjas para Adriana, que los socios del huerto social Los Mirlos, al que pertenece con un huerto compartido la familia de la pequeña, han llevado a cabo con la donación de una parte de la compra de naranjas realizada a un agricultor. En ambos casos el objetivo que guía estas acciones solidarias no es otro que visibilizar la enfermedad rara que sufre la niña y  recabar fondos para financiar los costosos tratamientos de rehabilitación de la menor.

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