Tras distintos abandonos por parte de las empresas adjudicatarias y no pocas incertidumbres, la próxima semana se firmará la recepción de las obras del Centro de Salud número uno, al que asistirán unos 18.000 usuarios, que actualmente son atendidos en los módulos medicalizados (conocidos barracones), que se instalaron en 2009, tras el cierre del edificio que se volverá a abrir en las próximas semanas. Desde la primera licitación de las obras en 2015, que inicialmente financiaba la Junta de Comunidades y la Diputación provincial de Albacete  que presidía Francisco Núñez por 1,8 millones de euros (con una aportación del Ayuntamiento de Hellín de unos 600.000 euros que se le restarían del Plan Dipualba Invierte), han sido tres las empresas que han abandonado por considerar que no podían realizar la rehabilitación por la cantidad presupuestada, hasta que en la primavera del pasado año se hizo cargo Eifage, que comenzó las obras en el verano, finalizándolas en menos de un año. El edificio está ubicado en la calle Severo Ochoa, junto a la céntrica Plaza de España, y con las obras se ha llevado a cabo una renovación total del edificio, ganando superficie. Se ha modificado la caja de la escalera y el ascensor, lo que supondrá un cambio estructural en relación al anterior diseño del centro «para hacerlo más accesible y utilitario». Cuenta con nueva tabiquería, cerramientos exteriores e instalaciones eléctricas y de agua.