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Fenavin ha abierto las puertas de la décima edición, la de su consolidación definitiva y la que supondrá un primer salto cualitativo para despejar las dudas que se podían cernir sobre una feria que, según todas las instituciones presentes, tiene el futuro asegurado como referencia nacional del sector. En el acto de apertura el ministro de Agricultura, Luis Planas, lanzó un mensaje de optimismo al sector al afirmar que ve «buena disposición» y «apoyos suficientes» para la defensa en Europa de una PAC que en el periodo 2020-2027 tenga al menos los mismos fondos para el país, pese al desafío que, reconoció, supone el Brexit. El presidente de la Junta, Emiliano García-Page, celebró el optimismo del ministro y puso deberes al sector a través de la futura Ley de la Viña y el Vino, alcanzar los 2.500 millones de euros de producción en el año 2025, aumentando así en cuatro puntos el PIB regional. Page habló de trasvases y de la defensa férrea del la región para un cambio de política en materia de agua. El presidente de Fenavin, José Manuel Caballero, subrayó el impulso de la feria a las cifras de negocio del sector y alabó la ampliación del pabellón ferial, que ha permitido asegurar el futuro de Fenavin allí donde la cita nació, en Ciudad Real. Al sector le puso el reto de aumentar el volumen de vino embotellado y también, en clave provincial, de alcanzar un acuerdo en la negociación colectiva del campo. En la apertura también intervinieron la alcaldesa, Pilar Zamora, que subrayó el apoyo de la ciudad a Fenavin, y el director de la feria, Manuel Juliá, que ensalzó la trayectoria de una cita que «empezó siendo un sueño y es ya una realidad».