Bosque explicó que el sistema lingüístico es redundante

A.D
-

El filólogo y catedrático de Lengua Española, que intervino en el ciclo de conferencias de Aluex, puso algunos ejemplos de expresiones como «divisar a lo lejos» o «resumir brevemente»

Ignacio Bosque Muñoz

El ciclo de conferencias de Aluex contó con la intervención de Ignacio Bosque Muñoz, doctor en Filología Hispánica y catedrático emérito de Lengua Española de la Universidad Complutense, que habló sobre La redundancia en la lengua española.

Ignacio Bosque, miembro de la RAE, comentó a La Tribuna de Albacete que es habitual percibir como un defecto la presencia de redundancia en las frases que construimos a diario, pero «en poesía es una virtud y en la lengua común se piensa que es un defecto y en realidad, no es que seamos redundantes nosotros por error, por equivocación, es la lengua misma la que contiene un gran número de expresiones redundantes y el sistema lingüístico es redundante en sí mismo. Repetimos las ideas y las repartimos entre las palabras; es curioso, la misma información aparece muchas veces en la sintaxis y no nos damos cuenta, creemos que cada palabra que aportamos dice algo nuevo y no es verdad, a veces repite lo mismo».

Ponía Ignacio Bosque algunos ejemplos como divisar a lo lejos, y «es que la única forma de divisar, es a lo lejos» o resumir brevemente, cuando, «la única forma de resumir, es brevemente. Usamos cotidianamente centenares de expresiones que contienen redundancia en diversos grados y no nos damos cuenta. No es necesariamente un error, aunque hay algunos casos que pueda plantearse, pero otras, está en el propio sistema».

Explicó el catedrático de Isso que no es algo sólo común en el español, y «es curioso, los lingüistas hablan poco de esto, no hay muchos estudios». Decía que esta redundancia en poesía, sin duda, enriquece y «en literatura está bien visto incluso».

El filólogo confirmó que esta redundancia se aprecia tanto al hablar como al escribir, incluso «cuando hablamos, movemos las manos y en cierta manera reproducimos de forma abstracta la información que estamos transmitiendo oralmente y esa forma de mover las manos o la expresión misma, en cierta manera tienen que ser compatibles con lo que expresamos verbalmente. Es una forma de transmitir la información de forma duplicada».

(Más información en la edición impresa)