No es oro todo el fútbol que reluce

C.G.
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La gestión exitosa de clubes de propiedad popular como el Unionistas de Salamanca o la SD Logroñés supone una alternativa de resultados tangibles al modelo hegemónico de mercantilización creciente

Los seguidores del Deportivo mostraron su apoyo al Unionistas en el partido reciente que enfrentó a ambos equipos. - Foto: Unionistas de Salamanca CF.

La gestión exitosa de clubes de propiedad popular en Primera RFEF como el Unionistas y la SD Logroñés plantean una alternativa al modelo hegemónico de los grupos de inversión.

Que el Unionistas de Salamanca figure como líder del Grupo I de Primera RFEF y la SD Logroñés sea octava clasificada abren cierto debate en torno al modelo de la industria futbolística, que incide en el papel pasivo del aficionado como cliente televisivo, y sus alternativas impulsadas por grupos de aficionados cuyo crecimiento no está exento de resultados deportivos y económicos tangibles en una nueva categoría a todas luces profesional.

El caso del Unionistas quizá sea el más simbólico, pero también rentable a nivel práctico. Tras derrotar en el Municipal Reina Sofía (2-1) al Deportivo de La Coruña, propiedad de una entidad bancaria, es el líder del Grupo I y el cuarto equipo de la comunidad de Castilla y León tras el Mirandés, Valladolid y Burgos, este último refundado en varias ocasiones.

El funcionamiento del Unionistas, cuyas primeras actividades en todas las áreas corrieron a cargo de voluntarios y comenzó a competir en la última categoría del fútbol provincial en 2014, se desarrolla atendiendo a los criterios fundacionales, a través de sus asambleas en las que cada socio dispone de un voto. Sin lesionar esos criterios ha logrado, a través de los años, escalar posiciones en el fútbol español hasta situarse, aun de forma provisional, al borde de entrar en la competición de LaLiga.

Otro caso singular es el de la Sociedad Deportiva Logroñés. También se inspira en el modelo de accionariado popular de clubes españoles y extranjeros (CF United of Manchester, AFC Wimbledon). La entidad surgió tras la desaparición del CD Logroñés y se organizó una plataforma conocida como Puerta Cero y en 2010 ya había obtenido el ascenso a Tercera División, categoría en la que vivió, alternándola con la Segunda B, mientras los socios decidían en referéndum rechazar la fusión con la UD Logroñés, el otro equipo de la ciudad, definía como filial al Club Deportivo La Estrella, entidad modesta de una barriada de Logroño, consolidaba su cantera y creaba dos equipos femeninos.

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