El Gobierno regional puso en marcha, en plena pandemia, un paquete de ayudas a fondo perdido para sostener a los autonómos y pequeñas y medianas empresas de la región, obligadas, muchas de ellas, a cerrar tras el decreto del estado de alarma. La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, informó del total de autonómos y pymes que han solicitado acogerse a estas ayudas y que ascienden a un total de 44.400. Estas ayudas a fondo perdido oscilan entre los 1.500 y 3.000 euros.

En rueda de prensa, Franco indicó además que una de cada tres solicitudes ya han sido evaluadas, y su equipo está "trabajando contra reloj" para poder hacerlas efectivas esta semana o la que viene.

La intención de su Consejería es dar respuesta rápida a todas las resoluciones para que en el mes de julio "se quede todo pagado", tal y como detalló.

COMERCIOS AÚN CERRADOS. 

A preguntas de la prensa sobre el hecho de que muchos pequeños comercios aún no hayan levantado el cierre, Franco reconoció que "áun existe miedo en los comportamientos sociales del conjunto del país y del mundo", algo que está sufriendo especialmente este sector, el de la Hostelería y también el turismo al continuar la movilidad con ciertas restricciones.

"Es un proceso gradual de apertura y para eso están los mecanismos del Gobierno nacional como la prórroga de los ERTE, que son determinantes para recuperar la normalidad una vez vayamos comportamiendo los espacios comunes a nuestros hábitos de vida", confió la responsable regional.

No obstante, añadió que hay esperanza a tenor de la evolución que están teniendo las extinciones de los ERTE. Del total de expedientes de regulación temporal de empleo firmados en Castilla-La Mancha, el 22% ya han concluido su extinción total. Eso significa, por ejemplo, que hay comercios con tres trabajadores que ya han incorporado al menos a uno. La información, prosiguió, la están reclamando al Ministerio de Seguridad Social para disponer de cuántos negocios están en esta situación. 

EL CONSUMO SIGUE EN STAND BY.

Pero Franco no concluyó su intervención ante la prensa de manera optimista, pues reconoció que el consumo no está levantado la cabeza como esperaba. "Es una crisis sin precedentes y la alegría en el consumo no es tanto como preveíamos", dijo la consejera que aseguró que el Gobierno regional está expectante a ver cómo afecta esto a la economía regional.