«No puede ser que hasta después de Reyes, a todos los comercios de grandes dimensiones les van a dejar abrir sábados y domingos y a nosotros no nos dejen ir a trabajar». Amargamente se queja José Luis Varela de la situación que atraviesa él como vendedor ambulante y sus compañeros. Tiene un calendario de trabajo que no para de cambiar, con municipios a los que no puede ir ya, otros a los que le toca ir cada quincena o una vez al mes. Por eso hace un llamamiento a la Junta para que unifique las medidas y no depender de lo que decida cada ayuntamiento.  

Varela es además portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Madrigueras, en Albacete. Su partido a nivel regional ha recogido hoy las reivindicaciones de un sector al que apoya, tal y como les manifestó el coordinador regional de Izquierda Unida, Juan Ramón Crespo. Para ello ha convocado al presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Castilla–La Mancha, Diego Vicente Jareño, que apostilló esta queja por la discrecionalidad por parte de los ayuntamientos. «Muchos no se complican y nos cierran el mercadillo», apunta. En otros casos, explica que Sanidad pide que se limite el aforo, pero que lo que hacen los consistorios es eliminar puestos, aunque estén a distancia suficiente, en lugar de controlar el aforo de clientes que entran al mercadillo.

Jareño recuerda que ellos hacen su actividad al aire libre, donde es mucho más difícil contagiarse. «No puede ser que las autoridades están invitando a la gente a ir a espacios cerrados», protesta, «llevándola a un sitio de riesgo».

Crespo anotó sus reivindicaciones y les dijo que está de su lado. Recuerda que en muchos pueblos se venden alimentos, ropa o calzado gracias a ellos: «Nos pegamos golpes de pecho por el abandono de la España rural, y maltratamos un sector que garantiza el mantenimiento en muchos de estos municipios».