Los abogados de los padres chinos condenados a 17 años y 10 meses de prisión por lesionar y maltratar a su hijo adoptivo, cuando éste tenía cuatro años de edad, causándole varias fracturas, han presentado un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia, contra la sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

En este sentido, tanto Emilio Sánchez Barberán, representante legal de la madre, como Ernesto Muñoz Navarro, letrado del padre, creen que «la prueba no se ha valorado correctamente», ya que aseguran que la condena se ha realizado en base al testimonio de los testigos de referencia, como comenta Muñoz Navarro. «Otra vez se ha vuelto a valorar la declaración de los guardias civiles que fueron al hospital, que el Supremo tiene clarísimo que es nula y que ni siquiera se debía haber presentado».

Por su parte, Sánchez Barberán va más allá. «Se ha atentado contra el principio de presunción de inocencia. Aquí los únicos testigos que hay de lo que pasó son los padres y el niño, los demás son testigos de referencia. El chiquillo en la exploración no dijo absolutamente nada y en el segundo juicio se dijo que no era conveniente llevar a cabo otra exploración, con lo cual aparecieron los padres de acogida, que son testigos de referencia y sin garantías de ningún tipo, contaron lo que les dio la gana y eso ha valido y se llevaron a un psicólogo que dijo lo mismo que ellos. En definitiva, son testigos de referencia y nunca pueden servir como testigos de cargo para condenar a una persona».

Ambos letrados también creen que no se han producido tres delitos de lesiones y uno de maltrato como dice la sentencia, sino un delito de lesiones continuado. 

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