Keita Takahashy es un desarrollador imaginativo que crea juegos diferentes y, casi siempre, sorprendentes, como muestran los dos juegos Katamari y Noby Boby Boy. Ahora ha creado otra obra original en la que el objetivo es recuperar amigos y que el mundo recobre un aspecto colorido. Una interfaz mínima, humor ingenioso y un aspecto lindo hacen que sea un juego adecuado para todas las edades y atractivo. Hay que interactuar con cualquier objeto que haya en el escenario porque todos ellos pueden convertirse en amigos si el jugador logra saber lo que necesitan. Esas relaciones entre personajes son a base de mecánicas sencillas y variadas: cogerse de la mano, hacer explotar objetos, poner a unos encima de otros… incluso tragárselos. Un juego ligero, sencillo y divertido, especialmente indicado para descubrir la diversión de los videojuegos y acostumbrarse a manejar un mando. Está disponible en PC y PS4.