Entrar en la política «a ciegas»

A. Pobes
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Isidro Sánchez tiene 26 años y es el primer alcalde invidente de la región. Entró en la Alcaldía de Santa Cruz de los Cáñamos sin tener «ninguna experiencia en política» pero con «mucha ilusión»

Su perra guía, Zera, le acompaña en todos sus desplazamientos - Foto: Rueda Villaverde

Isidro Sánchez tiene 26 años pero pese a su juventud le cuesta sonreír. Quizá porque en sus ojos lleva marcado uno de los peores capítulos de su vida, cuando con tan solo seis años un accidente doméstico le dejó con solo un 20 por ciento de visión. Tras varios trasplantes de córnea y distintas operaciones «no se pudo hacer nada», y a los 18 años se quedó ciego. Eso le llevó a estar dos años sin apenas salir de casa, y hacerlo «tiempo después a altas horas de la madrugada por vergüenza de que le vieran con el bastón». No tenía asimilado su ceguera. Salió del bache con ayuda de sus padres y su hermana, Alba, y se metió de lleno en los estudios para evadirse de un trágico suceso que aún lleva a su madre, Pilar, a limpiarse las lágrimas al recordarlo.

Su vida es todo un ejemplo de superación. Su tesón le llevó a sacarse el Bachillerato en dos años contra los pronósticos de sus profesores que le aconsejaron hacerlo en cuatro, aunque su limitación visual le obligó a cambiar su deseo de estudiar Medicina por Psicología. «Me planteé irme a Madrid a la escuela de fisioterapia para invidentes pero en aquella época no era suficientemente autónomo para irme a la capital, por lo que opté por estudiar Psicología a través de la Universidad a Distancia». Terminó la carrera en cuatro años y con dos matrículas de honor. Y una vez más, gracias a su familia, que le leían los temarios.

Psicólogo en paro y con un curriculum envidiable, el pasado mes de junio logró el sillón de la Alcaldía de Santa Cruz de los Cáñamos, de donde es su familia paterna y materna y donde vivió parte de su infancia hasta que se trasladó a Valdepeñas para continuar con sus estudios tras el accidente. Ahora visita su pueblo natal como regidor y bajo las siglas del Partido Socialista. Es el primer alcalde invidente de la región, cargo que ostenta gracias a la confianza de sus vecinos (consiguió 229 votos frente a los 183 del Partido Popular) pero también a su tozudez y a los consejos de su tío, quien ocupó la Alcaldía durante 16 años y fue quien el animó a presentarse. Con él, el PSOE llevará gobernando en el municipio durante treinta años. Entró en el Ayuntamiento con mayoría absoluta, y como él dice, «a ciegas, nunca mejor dicho,  y sin ninguna experiencia en política» pero «con muchas ganas e ilusión». Las mismas que pone en todo lo que hace en su vida.

Isidro Sánchez, de reunión en el despacho.Isidro Sánchez, de reunión en el despacho. - Foto: Rueda Villaverde Su perra guía, Zera, y su madre le acompañan en sus desplazamientos pero en su memoria retiene cada curva y cada recta del trayecto que une Valdepeñas con San Carlos del Valle y que de niño realizaba con asiduidad. Ahora lo realiza al menos un par de veces por semana para acudir al Ayuntamiento, donde la llegada de vecinos es un constante ir y venir. Por el camino, en el coche de La Tribuna, va relatando su vida. Esa que con tan solo seis años le dio un duro golpe pero que ha sabido asumir. Ha aprendido a vivir sin ver. Pero «no ha sido fácil».  

Es consciente de que a algunos de sus vecinos no les importa su invidencia, aunque otros no lo tienen tan claro, pero trabajará para todos, para «los que me han votado y los que no». Su discapacidad visual no será impedimento para realizar los muchos proyectos que pretende realizar para Santa Cruz de los Cáñamos. De momento, el más inmediato serán las fiestas patronales, que se celebrarán en agosto, y para las que se trabaja a contrarreloj. «En tiempo mínimo se ha tenido que contratar a las orquestas, vigilantes de seguridad, el escenario, editar el libro de las fiestas y organizar otras muchas actividades como el pregón, que este año correrá a cargo de la eurodiputada socialista Cristina Maestre. Aunque ya me han dicho que para el próximo año tiene que venir el presidente regional, Emiliano García-Page», relata mientras el móvil, adaptado a su discapacidad, no deja de sonar. Y lo hace también, comenta, «a altas horas de la mañana. Esto es un no parar».  

Se muestra «contento» de haber llegado a ser alcalde pero también, reconoce, «agobiado», pues «a los diez minutos de tomar posesión la gente ya me decía lo que tenía que hacer». La política «es un ámbito muy bonito pero también de mucha problemática», y más, puntualiza, en un pueblo tan pequeño y donde existe mucha división entre los vecinos. Pero de momento, «nadie me ha tratado mal». Tras asumir el bastón de mando municipal, su día a a día en el Ayuntamiento transcurre con normalidad, gracias a los documentos y sistemas adaptados que le proporciona la ONCE y a sus tres concejales, en los que ha depositado toda su confianza.

Encima de la mesa, todo un sinfín de proyectos. Entre ellos, combatir la despoblación, mejorar los servicios y reunirse con todos colectivos y asociaciones. Y una de ellas ha sido la Asociación Cultural San Bartolomé, cuyo presidente, Jesús Torres, acompañado de la tesorera, se reunió con él para a colaboración de la asociación en las fiestas con la organización de un concurso de pintura y una exposición. Las discapacidad y la eliminación de barreras arquitectónicas será otra de las metas por la que trabajará en estos cuatro años, pero «antes hay otras iniciativas más prioritarias», pues con un presupuesto de unos 300.000 euros «poco se puede hacer», lamenta. De ahí que no cesará en su empeño de llamar a la puerta de todas las administraciones para que Santa Cruz de los Cáñamos mejore y progrese hacia el futuro. Y de momento, ya se ha reunido con el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero. Mucho trabajo por delante pero también mucho entusiasmo por un mundo nuevo, el de la política, y que le arrebatará más de una sonrisa.