El Albacete Balompié quemará hoy su último cartucho para no verse definitivamente descolgado del grupo de equipos que luchan por evitar el descenso de categoría en el encuentro que le enfrentará al Alcorcón, precisamente uno de los que son competencia directa.

El fiasco de lo ocurrido en Vallecas, donde se repitieron las mismas debilidades de toda la temporada, ha planeado en el ambiente durante una larga semana en la que se supone que los blancos han tenido tiempo de repasar el dislate envueltos en su burbuja.

Al término de esta jornada tan solo quedarán cinco para que el cuento toque a su fin, 15 puntos para solventar lo que antes el Albacete fue incapaz de hacer y, lo que es peor, una semana menos para que se agote el recurso habitual de abrazar unas matemáticas que en algún momento dejarán su papel de asidero.

Vencer al Alcorcón significará evitar el despeñadero, aunque en realidad la referencia para sacar la cabeza no es el equipo de Juan Antonio Anquela. El Cartagena, con 39 puntos, es el equipo que marca la zona de permanencia, para lo cual sería necesario no solamente derrotar a los madrileños (que todavía seguirían por delante, como todos los demás), sino mejorar en cuatro puntos más los números del cuadro departamental en los cinco encuentros restantes.

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