Ayer el mundo conmemoraba el Día de Prevención contra el Abuso Sexual Infantil, un tipo de delincuencia que sigue presente y oculta. Según datos de Save the Children, sólo un 15% de los abusos son denunciados. «El 72,7% de la población considera que si algún niño de su entorno sufriera abusos lo sabría, sin embargo, el desconocimiento, el miedo o el chantaje por parte del abusador hace que los niños no suelan contarlo», explicaba la ONG sobre este problema social de una entidad que respaldan los números de la provincia albacetense. El Ministerio del Interior actualizaba recientemente los indicadores de hechos delictivos y grupos de edad de las víctimas de los mismos. El resultado, en delitos contra la libertad sexual, es que el 64% de las víctimas son menores de edad, casi dos de cada tres casos.

Estos datos son los que corresponden a 2019, un año en el que en la provincia hubo 116 víctimas de delitos sexuales, y 75 eran menores de edad. Es el dato más alto de toda la década, aunque no hay registros de años anteriores. En 2018 las víctimas de delitos sexuales en Albacete menores de edad fueron 56, casi una veintena menos, cuando lo normal es que la cifra esté en torno a 35 casos por año. Desde 2010, el primer año que figura en la estadística de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en la provincia se contabilizan 383 menores de edad víctimas de delitos contra la libertad sexual. La mayor parte, 195, eran niños que no habían cumplido los 14 años.

Los delitos sexuales sufridos por los menores incluyen los casos más graves, las agresiones sexuales con o sin penetración. Sólo en 2019, y en Albacete, se contaron 14 agresiones sexuales a menores, seis con penetración, y tres de éstas en menores de 14 años. No es un delito poco frecuente, por desgracia: Desde 2010 en la provincia se cuentan 78 denuncias por agresiones sexuales a niños y adolescentes. 

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