Marín confía en que la empresa de la plaza lo llame en Feria

Pedro Belmonte
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El diestro albacetense hace balance de 2019 y se queda con la cara positiva de su huelga de hambre, que le aportó numerosos apoyos

Pedro Marín pidió una oportunidad en Albacete con una huelga de hambre. - Foto: José Miguel Esparcia

El año 2019, lo recordará Pedro Marín como uno de los más complicados de su carrera, aunque también le ha servido para demostrar ante muchos, que quiere seguir y que sus sueños y convicciones las ha llevado hasta extremos que muchos no serían capaces o simplemente no se atreverían. Huelga de hambre exigiendo un puesto en «su» Feria, ya que todavía no ha hecho el paseíllo en Albacete vestido de luces como matador de toros, y tres festivales posteriores le han hecho estar en boca de muchos aficionados, mostrándole un gran apoyo y haciendo suyas sus reivindicaciones. 
«Comencé la temporada muy ilusionado, pensando en que podría ir a la Plaza de Toros de Albacete y al recibir largas y ver que no se cumplía, decidí hacer la huelga de hambre reivindicando un puesto en mi Feria, en mi plaza, y después de 10 días casi sin respuesta ni nada, al final se solucionaron las cosas con la promesa de que en este año 2020 pueda pisar la plaza de Albacete en la Feria para presentarme como matador de toros», indicó Marín a La Tribuna, añadiendo que «después salieron dos festivales sin caballos y terminé la temporada con el Festival del Cotolengo. Empecé la temporada con mucha ilusión y tras la huelga de hambre he tenido esa pequeña recompensa de poder torear el festival del Cotolengo».
Tomar una decisión tan drástica como es una huelga de hambre no es fácil y hay que estar muy convencido. «Van pasando los años y entrenar con esa ilusión de poder venir a Albacete, ya que es la única catapulta para lanzar mi carrera que yo puedo tener, para poder tocar otras cosas, ves que esas promesas no llegan nunca, llega un momento que la desesperación junto con la ilusión que tienes, te crece una fuerza interior, que en circunstancias normales no la tienes, que te hace tomar una decisión que supone quedarte en la calle, dormir allí y no comer, con el perjuicio que eso supone para tu salud y moral, pero es luchar por un sueño para dar la cara cuando se de la oportunidad». 

 

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