¿Un festival consolidado?

Pues es ya la quinta edición y creo que es un festival que tiene unas bases muy sólidas, sobre todo de cara al futuro. El Festival de Música Barroca ha calado en la sociedad de Albacete y está muy bien respaldado por las instituciones. A través de Ricardo Beléndez y Cultural Albacete nos ponen todas las facilidades del mundo para llevarlo adelante. 

¿Y el público?

El público crece cada año. Es verdad que Albacete es una ciudad relativamente pequeña, pero notamos que ha calado, no tanto en esa sociedad que se dedica a la música, porque es verdad que falta presencia, como en todos sitios, de estudiantes de conservatorios, quizá universitarios. No es un festival elitista, sólo para aficionados a la música barroca, ni mucho menos, deseamos un festival abierto a toda la sociedad. Notamos que hay una presencia muy grande de melómanos, pero nos gustaría otra más importante de estudiantes de música y universitarios.

La cultura tiene muchos ejes que se vertebran entre sí y creo que hace falta más presencia de estudiantes. 

¿A qué se debe esta ausencia?

Esto es algo que pasa en muchos lugares de España, no tanto en el extranjero. No sé por qué la juventud en nuestro país tiene una cierta pereza a la hora de asistir a eventos que forman parte de su formación académica, ya sea musical o cultural en un amplio sentido de la palabra. 

Nosotros hacemos todos los años un trabajo muy grande de promoción del festival en los conservatorios y universidades. La información, gracias a vosotros aparece, está ahí. Creo que últimamente a la gente joven hay que decirle dónde tiene que ir y qué tiene que hacer y ese quizá sería un trabajo que los profesores podrían hacer, obligar, en algún sentido a sus alumnos a ir a ciertos lugares que saben que va a ser buenos para ellos. La sociedad española funciona así, obligando a los jóvenes a hacer determinadas cosas, si no es así, de ellos no va a salir. Están educados en una sociedad que exige muy poco de ellos y eso creo, es pernicioso.  

¿Cómo estructuraron esta edición del festival?

El festival tiene la misma estructura, con cinco grandes conciertos, con intérpretes consolidados, a los que se suman actividades paralelas como la cena barroca, que este año continuará; el taller de danza que hace Cecilia Jiménez y, como queremos abrir nuevos caminos, este año incluimos otra novedad, la integral de las Partitas para clave de Juan Sebastian Bach, que se hará en tres conciertos, con otros tantos jóvenes  clavecinistas. 

Por primera vez en Albacete, el público podrá escuchar las seis Partitas para clave de Bach, en una misma semana. Eso, que se dice muy rápido, lleva muchísimo trabajo. También el último día,  el 2 de febrero, visitaremos los órganos históricos de Albacete, guiados por Javier Sáez Docón y Pascual Lorenzo.  

Comienzan con barroco y músicas contemporáneas.

Mi naturaleza, como músico del siglo XX es así, también me apasiona el pop, el rock y como paralelamente soy instrumentista histórico, me gusta que el festival incluya algún grupo que una esas dos pasiones con gran nivel artístico. Es el caso del primer concierto del festival, el día 24, con Alternative History Quartet,  con músicos de diferentes países. En este caso han hecho arreglos con piezas de John Paul Jones o Sting, con un trabajo que llevaron a disco de manera sublime, con dos laúdes renacentistas y dos voces.  

Con cuatro grandes citas más.

El 26, con Ensemble Aux Pieds Du Roy, que tiene base en Francia y hacen un programa íntegro con repertorio de J.S. Bach, que no es para cuarteto, de ahí la reconstrucción, especulando para un pequeño conjunto, programa lleno de matices. 

El día 28 haré un recital de Scarlatti al clave, y nunca toco las mismas sonatas. Se basa en el disco que grabé el año pasado con 17 sonatas.  

El  cuarto concierto, música en este caso de la familia Bach, para viola y clave. 

Será el 30, con el dúo formado por Javier Núñez y Johanna Rose, que van a interpretar piezas para viola de gamba y clave obligado, de la familia Bach, Carl Philipp o Wilhelm Friedemann, que ya están en otro estilo.  

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