Bajo el lema No regales abandono, la Guardia Civil de Albacete realiza una campaña, a través de las redes sociales, en la que recuerda que «la gran mayoría de animales que se regalan en Navidad terminan en las calles antes de abril».
Además recomienda a los ciudadanos que antes de adquirir una mascota es necesario recordar que «va a necesitar tiempo, dinero, cariño y mucha, mucha responsabilidad».
Desde la protectora de animales Arca de Noé se muestran encantados con esta campaña, como explica la responsable del albergue, Soledad Calvo. «Nos parece muy buena idea. Nosotros desde hace años no damos cachorros en adopción en esta época del año, porque no queremos que los animales sean considerados un regalo, porque son seres vivos y los seres vivos no se deben ni comprar, ni regalar».
Calvo asegura que la persona que se va a hacer cargo de un perro es la que, después de pensarlo y meditarlo bien con la familia, debe dar el paso para la adopción. «La adopción de un animal debe meditarse durante meses por la familia, nunca se debe tomar una decisión por una fiestas o por hacer un regalo».
Unas afirmaciones con las que coincide el presidente de la asociación Dejando Huella, Antonio José Fernández. «Abogamos por evitar a toda costa regalar animales en Navidad y en caso de querer adoptar, toda la familia debe estar de acuerdo y estar informada, que sepan las necesidades que puede tener el animal y lo que conlleva».
Abandonos. En este sentido, Fernández afirma que muchos de estos perros que se regalan en Navidad terminan siendo abandonados meses después. «Suele coincidir con la época de mayo o junio, con los primeros calores, con los que la gente ya empieza a salir más. Cuando ese cachorrito crece se hace grande y tiene unas necesidades biológicas, físicas, económicas, que no se han tenido en cuenta a la hora de comprarlo o adoptarlo. Muchos de los animales que se regalan durante la Navidad son abandonados antes de verano».
Por desgracia en nuestro país se producen multitud de abandonos. «La tasa de abandono en España ya no es alarmante, es vergonzosa comparada con la de los países que nos rodean pertenecientes a la Unión Europea».
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