Elena Serrallé

Elena Serrallé


Las abejas pueden volar, aunque la NASA diga lo contrario

12/01/2022

En las instalaciones de la NASA cuelga un cartel con la fotografía de unas abejas donde se lee lo siguiente: «aerodinámicamente el cuerpo de una abeja no está hecho para volar. Lo bueno es que la abeja no lo sabe».
Las leyes de la física dicen que la abeja no puede volar, pero ella no lo sabe. Un principio aerodinámico establece que la amplitud de sus alas es muy pequeña para conservar en vuelo su enorme cuerpo, pero ella no lo sabe. Ella no conoce nada de la física ni de su lógica. Permanece en la absoluta ignorancia y vuela de todas formas. Nadie le ha explicado que no hay argumento científico para justificar su vuelo, que no está diseñada para eso. Intuyo que le resultaría indiferente, volaría de todos modos, no dejaría de hacerlo. Estaría muy bien ser como ellas.
Del mismo modo que la abeja desafía la gravedad, nosotros deberíamos aprender a luchar por nuestras metas, a intentar superar nuestros retos, a batirnos en duelo contra lo normalizado, contra lo esperado. Sobreponernos ante cualquier adversidad, desbloquear cualquier canon establecido. A pesar de lo que digan, a pesar de lo que piensen. Firmes, convencidos, seguros, tenaces.
Y me pregunto a cuántos sueños hemos renunciado por las limitaciones que nos autoimpusimos, por pensar que no seríamos capaces, que estábamos locos por pretenderlos, por miedo a defraudar, o al ridículo, o al fracaso, o a la crítica o, lo que me entristece especialmente, por creer que no los merecíamos.
¿Y por qué no somos abejas y comenzamos a volar contra todo pronóstico?

ARCHIVADO EN: NASA, Leyes