Un antiguo empleado de un establecimiento de hostelería de la capital está llamado a sentarse esta mañana en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial acusado de un presunto delito de apropiación indebida, ya que según el fiscal se quedó con dinero de la recaudación del negocio hasta apropiarse de más de 58.000 euros en un período que va de septiembre de 2012 a enero de 2016, cuando fue despedido. En caso de que los hechos se prueben, el procesado podría tener que ingresar en prisión, además de restituir el dinero sustraído y pagar una sanción económica. 

El acusado, nacido en España, fue contratado por el establecimiento hostelero el día 8 de marzo de 2012, y fue finalmente despedido el 20 de enero de 2016, más de tres años después. La Fiscalía sostiene la denuncia de que el encausado actuó «con ánimo de obtener un benéfico patrimonial ilícito y aprovechando las funciones de encargado que desempeñaba en la referida empresa», y de esa forma desde el mes de septiembre de 2012 hasta el mes de enero de 2016 «se apoderó de 58.583,64 euros». Para quedarse con ese dinero y eludir el control de la empresa «anuló en la caja registradora ventas que se habían producido en el citado establecimiento y que habían sido pagadas por los clientes, quedándose con el dinero, que bien percibía directamente del cliente o que extraía de la caja registradora». 

Si se tiene en cuenta el tiempo que dice la acusación, sale a una media de alrededor de 47 euros que el encargado se habría quedado para sí cada día de trabajo. Más información en edición impresa