«Si volviera a nacer sería maestra, porque he sido feliz»

Sánchez Robles
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«La creación de Aluex, en la que participé junto con otras compañeras, fue una de las satisfacciones más grandes que tenemos por lo mucho que nos ha ayudado»

Eugenia Pérez Martínez, maestra jubilada. - Foto: E.P.M.

El poeta Yibrán Jalil Yibrán dijo un día: «No progresas mejorando lo que ya está hecho, sino esforzándote por lograr lo que todavía queda por hacer». Esta idea ha sido el norte y la filosofía de una extraordinaria maestra, Eugenia Pérez Martínez (Albacete, 17 de febrero 1939), fiel admiradora del escritor libanés. Tiene nuestra protagonista una vitalidad excelente, cautiva su sencillez. Su apasionada vocación por la enseñanza es el prototipo paradigmático y testimonial de una maestra inolvidable. «Si volviera a nacer sería de nuevo maestra, porque he sido muy feliz en la escuela con mis niños», afirmó Eugenia Pérez, a la que le gusta andar apoyada en un bastón «porque es mi apoyo básico con el que me conecto con la tierra». Su existencia está centrada en tres ejes: la fe en Dios, la familia, los amigos y la autoestima. Y le ha ido bien, muy bien. Se aprende mucho de lo que dice, también del interlineado de sus palabras. Su existencia es interesante.

Con cinco años empezó su andadura escolar en el colegio Saturnino López, luego pasó al único Instituto existente entonces en Albacete, donde terminó con premio extraordinario su bachillerato y preuniversitario. «Me matriculé en bendita hora en la Escuela de Magisterio, que estaba entonces en la calle Salamanca, obteniendo en las oposiciones de 1960 el número uno. Mi primer destino fue en el Campillo de la Virgen, donde fui feliz a pesar de la precaria situación en la que estaba el colegio. Tuve una excedencia de quince años para abrir una academia y dar clases particulares a alumnos de ciencias. Volví a la escuela en el colegio San Pablo, obteniendo el título de Pedagogía Terapéutica. Finalmente pasé al colegio Diego Velázquez, donde me jubilé después de veintiséis años de ejercicio docente en Educación Especial en una etapa profesional muy feliz y de recuerdo imborrable por mis alumnos y compañeros», recuerda Eugenia Pérez.

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