La Tribuna musical: Anna Moffo

Antonio Soria
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Admirada soprano de coloratura lírica, discípula del Instituto Curtis, toda una institución

‘La bellísima’ Anna Moffo junto a Luciano Pavarotti.

Nacida en Wayne, Pennsylvania, un día como hoy, 27 de junio de 1932, de padres italianos, y fallecida poco antes de cumplir los 74 años, en Nueva York, el 10 de marzo de 2006, Anna Moffo fue una soprano muy famosa durante la década de los 60, muy admirada por la pureza de su voz y por su belleza física, adjudicándose el apodo de La Bellissima.

Tras graduarse en la escuela secundaria, Anna Moffo, con vocación de monja, recibió una oferta para ir a Hollywood para hacer cine, pero no aceptó por su intención de dedicarse a la vida religiosa. Atleta consumada y excelente estudiante, no obstante, al recibir una beca del célebre Instituto de música Curtis estadounidense, en 1950, decidió embarcarse a Filadelfia para estudiar. Poco después, ganó el premio Young Artists Audition, en 1955, y también recibió una beca de la Fundación Fulbright para estudiar en el Conservatorio de Santa Cecilia en Roma, tras graduarse en el Instituto Curtis.

Pronto despegó su carrera operística, después de una aparición televisada como Cio-Cio-San en Madame Butterfly, llegando a ser considerada como una de las mejores sopranos de coloratura lírica de su generación, interpretando papeles codiciados en famosos teatros de ópera de todo el mundo, hasta llegar, en su apogeo, a ser reconocida como una cantante de ópera a la altura de sus contemporáneas Maria Callas y Beverly Sills.

A principios de la década de 1960, Moffo había cimentado su reputación como una destacada soprano de coloratura lírica, actuando en la Ópera Estatal de Viena, La Scala de Milán, el Teatro di San Carlo de Nápoles, la Ópera Metropolitana de New York, la Ópera Lírica de Chicago y la Royal Opera House y Covent Garden de Londres. entre otros. Celebrada tanto por su belleza como por su voz (en Italia la conocían como La Bellisima), Moffo dominó el escenario operístico durante casi una década, particularmente en su papel característico de Violetta en La Traviata de Verdi. 

Sin embargo, un extenuante programa de ópera junto con apariciones semanales en el programa de variedades que llevaba su nombre, provocaron, en 1968, una grave lesión en su voz de la que nunca se recuperó por completo. Después de retirarse formalmente del canto en 1983, Moffo desempeñó un cargo como miembro de la junta del Metropolitan Opera Guild e impartió clases magistrales en todo el mundo hasta su muerte.

 

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