Lo que la piqueta escondió

Maite Martínez Blanco
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Las 11 tinajas encontradas en la calle Albarderos, que bien pudieron haber pertenecido a las tiendas de ultramarinos que había en la plaza Mayor, serán extraídas y depositadas en el Museo de Albacete

Las tres tinajas que se encontraron en el primer sondeo arqueológico. - Foto: I. Ambientales

La piqueta reveló un secreto escondido en la calle Albarderos, una cueva sepultada por tres metros de tierra que servía de almacén a al menos 11 tinajas. Toda una bodega bajo tierra. El hallazgo tuvo lugar hace un año, cuando se excavaba una zanja para instalar un nuevo colector de saneamiento en la calle Albarderos, muy cerca de su cruce con el Callejón de las Portadas, en las inmediaciones de la plaza Mayor. La remodelación de esta calle se enmarcaba en el plan de peatonalización del centro de la ciudad. 

Las obras fueron paralizadas y así siguen. Pero por poco tiempo. El arqueólogo José Luis Serna López, de la consultora Ideas Ambientales hizo entrega en fechas recientes de su último informe al Servicio de Cultura, que será quien decida qué se debe hacer ante tal hallazgo. La curiosidad del lugar hizo sopesar la idea de hacer la cueva visitable, pero el mal estado de la cavidad desaconseja tal solución. Todo indica que la decisión final será extraer las tinajas y depositarlas en el Museo de Albacete, tal y como marca la legislación. Entonces se podrá rellenar la oquedad y continuar con la remodelación prevista. 

No estamos ante vestigios de gran antigüedad, pero todo tiene su valor y, sin duda, éste nos ofrece el testimonio de una época ya olvidada, cuando Villacerrada era el Alto de la Villa y la ciudad se abastecía en bodegas y ultramarinos. Sin tener la certeza, el informe arqueológico recoge el testimonio de vecinos de la zona que recuerdan que en este lugar hacia mediados del siglo pasado hubo una tienda denominada Casa Marqueño, a la cual «podría muy bien pertenecer esta instalación», apunta Serna López. 

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