El teniente coronel Santiago Rubio Bolívar, jefe del Batallón de Helicópteros de Ataque (BHELA- I) con base en Almagro, Ciudad Real, desde el pasado mes de septiembre, destaca en una entrevista concedida a La Tribuna el compromiso del Ejército para con los españoles. Una responsabilidad que se ha puesto de manifiesto a raíz de la pandemia, primero con la ‘Operación Balmis’ mediante acciones de patrulla y desinfección (residencias de mayores, estaciones ferroviarias, calles ...) y después con la misión ‘Baluarte’ para evitar que el coronavirus se propague. El teniente coronel Rubio Bolívar está desde septiembre de 2020 al frente del batallón, una unidad que conoce, admira y que ahora tiene el honor de mandar. Su último destino antes de aterrizar en la Base de Almagro fue el Cuartel General del Mando Terrestre de la OTAN en Izmir (Turquía). Asegura que la lucha contra la pandemia es «prioritaria» y resalta con orgullo el trabajo que están realizando los militares rastreadores desde el pasado mes de octubre. Han efectuado más de 17.000 llamadas, destacó a últimos de diciembre cuando se realizó la entrevista.

El Ejército es una de las instituciones más valoradas del Estado español y en la crisis sanitaria por el coronavirus ha obtenido la nota más alta. Se les conocía por las misiones en el extranjero, pero este año se les ha visto ayudar a los españoles. Ahora, bajo su mando, un grupo de militares desempeñan labores de rastreadores para contribuir a frenar la expansión del virus, ¿cómo se está desarrollando esta labor?

Con mucha normalidad. Los trabajos de rastreo se realizan en el marco de la misión ‘Baluarte’, que es como se llama la operación por la cual las Fuerzas Armadas ponen a disposición de las comunidades autónomas una serie de unidades de vigilancia epidemiológica, todas ellas coordinadas y dirigidas por el Mando Componente Terrestre que ejerce la Fuerza Terrestre (FUTER). Cada unidad de vigilancia está compuesta de varias secciones de vigilancia epidemiológica y es precisamente una de estas secciones la contribución del Batallón de Helicópteros de Ataque I a la operación.

¿Cuántos militares se encargan de esta misión?

El Batallón proporciona 32 militares que trabajan desde la base Coronel Sánchez Bilbao en coordinación con la Consejería de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha.

¿Cómo es una jornada de trabajo de estos rastreadores?

La jornada comienza a las 8.00 horas y termina a las 22.00 durante los siete días de la semana. La sección se organiza en turnos para que los trabajos no se interrumpan en ningún momento. A primera hora de la mañana reciben de la Consejería de Sanidad las necesidades de rastreo para ese día, las distribuyen entre los miembros de la sección y comienzan con las llamadas telefónicas.

¿Cuántas pueden haber hecho desde el pasado octubre, cuando empezaron?

Alrededor de 17.000 llamadas.

¿Considera que esta misión y la ‘Operación ‘Balmis’ han acercado el Ejército a toda la sociedad?

Desde luego. Esta misión pone de manifiesto nuestro compromiso con la sociedad y nos permite acercarnos a los ciudadanos. La lucha contra la pandemia es prioritaria, por lo que el esfuerzo que hacemos para vencer al virus lo realizamos con mucha dedicación y con mucho orgullo.

¿Cree que se ha puesto de relieve que el Ejército es una herramienta al servicio de la sociedad?

El Ejército siempre es una herramienta al servicio de la sociedad. En operaciones como ‘Balmis’ y ‘Baluarte’ se aprecia de forma muy clara, pero todo lo que hace el Ejército lo hace al servicio de España y de los españoles.

¿Qué compromiso adquirió tras su toma de posesión el pasado mes de septiembre como jefe de la unidad?

Principalmente, el compromiso de estar a la altura de una unidad que lleva muchos años siendo un ejemplo de entrega y servicio. Estar al frente del Batallón de Helicópteros de Ataque I supone una gran responsabilidad, ya que es una unidad única en el Ejército de Tierra y en las Fuerzas Armadas por las capacidades que ofrece el helicóptero Tigre.

Este año se ha completado la flota de helicópteros de combate Tigre, ¿están todos en la base?

La flota está completa y todas las unidades están en la base de Almagro, salvo el tiempo necesario para realizar labores de mantenimiento que deban hacerse en otro lugar.

El Tigre forma parte de la columna vertebral del Ejército de Tierra, ¿qué pasará con las unidades de la versión HAP (Helicópteros de Apoyo y Protección)?

Las unidades de la versión HAP continúan en la Base Coronel Sánchez Bilbao y, de momento, su futuro está por determinar. Es posible que sirvan de prototipo para la versión MKIII, en la que está trabajando la industria para suceder al Tigre HADE (Helicóptero de Apoyo y Destrucción Español).

¿Cómo es el día a día de estos aparatos y su tripulación? ¿Qué ejercicios hacen?

El día a día del Batallón está dedicado a garantizar que la unidad está preparada para actuar donde se requiera. Esto implica que las tripulaciones deben tener un alto nivel de instrucción y adiestramiento y que los helicópteros deben estar a punto para operar donde se necesite, lo que requiere un gran esfuerzo por parte de las tripulaciones y personal de mantenimiento. Los vuelos que se hacen a diario forman parte de los programas de instrucción dirigidos a que las tripulaciones alcancen un alto nivel de preparación.

¿Han realizado prácticas de tiro con el misil contracarro Spike? ¿Cómo se ha dado?

El helicóptero Tigre es un sistema de armas que cuenta con distinto tipo de armamento. A lo largo del año realizamos ejercicios con todas las clases de armamento. El misil Spike se ha mostrado como un arma eficaz que cumple con las necesidades del Ejército.

¿Cuántas horas de vuelo tienen ya estos aparatos?

Desde que llegó el primer Tigre, se han hecho más de 11.000 horas de vuelo.

¿Cuántos pilotos de Tigre hay en el BHELA-1? ¿Hay alguna militar piloto de Tigre o relacionada con la misión de estos helicópteros?

El número de pilotos oscila entre los 35 y 45. En estos momentos contamos con dos mujeres piloto y cinco mujeres mecánico.

¿En total, cuántos militares conforman la plantilla de la Base de Almagro? ¿Cuántas son mujeres?

Alrededor de 300, de los que 25 son mujeres.

¿Hay programada alguna misión internacional con la intervención del Tigre?

A corto plazo no está prevista la participación de los Tigre en ninguna misión, pero el Batallón de Helicópteros de Ataque I se prepara cada día para ponerse en acción, si así se nos requiere.

¿Y alguna maniobra o ejercicio táctico programado dentro o fuera de la base de Almagro?

Sí. A lo largo del año realizaremos distintos ejercicios tanto fuera como en la base, colaborando con otras unidades de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra y también con otras unidades del Ejército. Estos ejercicios son necesarios para completar la instrucción de la unidad.

¿Considera que la base está ya adaptada a las nuevas necesidades o quedan cosas por hacer?

Durante los últimos años la base se ha ido adaptando a las necesidades del nuevo material. En estos momentos, la base cubre perfectamente las necesidades originadas por el helicóptero Tigre, pero como con cualquier tipo de instalación, siempre se pueden hacer mejoras.

Además de mandar el batallón y la base, es el comandante militar de Ciudad Real, una nueva faceta para usted, ¿cómo está siendo?

Representar institucionalmente al Ejército en la provincia de Ciudad Real es un cometido que realizo con mucho orgullo. Es algo totalmente nuevo para mí, que compagino con el resto de mis obligaciones. Lo cierto es que el trato que he recibido por parte de las autoridades de Ciudad Real ha sido excelente. Allí donde he tenido que acudir he sido recibido con mucho cariño.

 ¿Conocía la provincia de Ciudad Real? ¿Qué le ha sorprendido de la base y de la provincia?

Lo cierto es que solo conocía Almagro y Ciudad Real capital. Con la situación actual derivada del COVID-19 no he tenido la oportunidad de conocer a fondo la provincia. Es algo que espero hacer en cuanto la situación mejore. Respecto a la base Coronel Sánchez Bilbao de Almagro, he podido constatar que ofrece muchísimas posibilidades. Contamos con excelentes instalaciones para desarrollar nuestro trabajo. De hecho, es muy común que otras unidades de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra vengan a adiestrarse a la base aprovechando las condiciones que reúne.