Promovido por Cáritas Diocesana Miriam Ruano, Misionera de la Esperanza, prolonga la tarea de apoyo escolar que Cáritas realiza a lo largo del curso también al verano con un campamento en el que participan niños de familias musulmanas desestructuradas y desintegradas con muchos problemas, sobre todo con el idioma.
La tarea está respaldada con16 jóvenes voluntarios a los que desde la clase de religión en los centros de enseñanza secundaria y bachillerato realizaron un llamamiento para colaborar ayudando a quienes más lo necesitan.
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Inculcar los valores universales de la paz y la alegría, entre otros, alternan con el refuerzo de materias como matemáticas, lengua o manualidades y sirven de alternativa a las situaciones que padecen las familias musulmanas que residen en la ciudad y que hacen uso de los recursos que les proporciona Cáritas Diocesana a lo largo de todo el año.