En España hay 426 juzgados con competencias en materia de violencia de género, pero que a la vez atienden otros delitos. También están, aunque son minoría, 106 juzgados exclusivos para violencia de género, uno de ellos el de Albacete, el único de Castilla-La Mancha. La magistrada a cargo del juzgado, Cira García, participó ayer en el campus en las jornadas La mujer en el ámbito jurídico-social que organizó el colectivo Feminismo y Consenso. La magistrada habló del proceso de adaptación en España del conocido como Convenio de Estambul, un documento de 2011 ratificado por España en 2014, y que entre otras novedades supone ampliar el concepto de violencia de género a toda la violencia que se ejerza sobre la mujer o que afecte a la mujer de manera desproporcionada. En ese proceso de adaptación del convenio hay aún mucho por hacer, comentó Cira García a La Tribuna antes de su intervención en las jornadas, donde defendía ese concepto más amplio de la violencia machista: «Mientras no se haga el cambio legal, los juzgados de Violencia de Género solo pueden entender delitos cometidos de violencia de cónyuge o excónyuge y de pareja o expareja, pero no es solo ampliar el concepto de violencia de género a efectos jurídicos,  es una ampliación de todo, también de políticas sociales, porque las víctimas tendrán derecho a todos los recursos asistenciales, y afecta también a la concesión de órdenes de protección». 

DELITOS SEXUALES. Casos de delitos sexuales como el de la conocida Manada de Pamplona o el crimen de Diana Quer pasarán a ser considerados violencia de género cuando España cumpla con la obligación de adaptar el convenio de Estambul, apuntó la magistrada albacetense, quien respondía también a otro punto fundamental de dicho convenio, la necesidad de especialización para todos los agentes que juegan un papel en la atención a la violencia de género: «Hace falta un esfuerzo jurídico, pero también presupuestario, a nivel asistencial y de distintas prestaciones. Lógicamente hay que reivindicar juzgados especializados, está en el mismo convenio de Estambul, eso da una perspectiva más eficaz y directa para este problema; es una cuestión reivindicada por todos los colectivos y quienes trabajamos día a día».  Más información en edición impresa