Sergio Serrano quiere mantener su actual «línea ascendente»

Pedro Belmonte
-

El matador volvió a aumentar su crédito con dos corridas, hasta que llegó la pandemia, en una temporada que tenía planificada

Sergio Serrano torea al natural a su segundo, en un corrida en Manzanares. - Foto: Visuña D. Andrés.

Han sido dos corridas de toros durante esta temporada de la pandemia, pero dos festejos en los que Sergio Serrano ha vuelto a aumentar su crédito, que ya alcanzó la temporada anterior con otras dos corridas de toros en Albacete y Madrid. No le están regalando nada al torero de Albacete, que ya tenía una planificación ilusionante para la de 2020 y que la pandemia se encargó de desbaratar. El 30 de agosto en Añover de Tajo, donde cortó una oreja, con complicados toros de Murteira Grave y 5 de septiembre en Manzanares, en la que con una rotundidad pasmosa, arrancó cuatro orejas y un rabo a una corrida de Las Monjas. Si el año que acabamos de estrenar lo permite, sin duda estaremos ante el año de Sergio Serrano, quien, junto a Manuel Amador, su apoderado, pueden conquistar un puesto importante en el escalafón. Mientras todo llega y con el temporal, que ha dejado paralizado medio país, las ganas de entrenar no se han congelado.

«Yo lo tengo bien para entrenar y durante estos días he podido seguir haciéndolo a cubierto, por lo que sigo sin parar. En cuanto a la temporada que ha terminado, ha pasado de la esperanza con la que terminó el año 2019 a confianza que es como le podríamos llamar a esta que ha pasado. El año pasado se me abrieron puertas muy bonitas y al llegar la pandemia se volvieron a cerrar, pero creo que he afianzado lo que hice el año anterior, por lo que esperemos que este año se abra un poco esto y me llegue algo más de premio. Íbamos a empezar en Arles, una feria de primera, con la corrida de Miura y desgraciadamente tuvimos que empezar el 30 de agosto en Añover de Tajo y finalizar seis días después en Manzanares. En la primera di un toque de atención sobre como me encuentro y en la segunda ocurrió algo importante, pero al final ha sido una pena que no se pudiese hacer una temporada más larga, pues me encontraba muy bien».

Con tan solo cuatro corridas, dos en cada temporada, ha dado una dimensión de torero cuajado. «Llevo una línea ascendente y es verdad que me encuentro muy bien y como torero creo que he afianzado y he encontrado ese aire que todos buscamos. Cuando están maduros los toreros es cuando llegamos a ese aire del que hablaba, y ojalá hubiese habido más festejos, porque creo que me hubiera puesto en otra posición, mucho mejor que la que tengo, pero conforme están las cosas me siento un privilegiado».

PRONÓSTICOS.

Ya no se atreven a pronosticar y no se piensa en la próxima temporada desde una fecha concreta, sino esperar y como venga. «Como venga habrá que afrontarla. Después de tantos años luchando, toreando una al año esperando la feria de Albacete y tras la temporada 2019 que todo venía de cara, te vuelve a pegar el destino otra bofetada y acabas toreando lo que has toreado los años anteriores, la idea que se te queda es la de seguir creciendo y aprovechar lo que venga, sin dejar pasar ni una».

Durante todos estos años, ante la falta de oportunidades, se llega incluso a pensar en dejarlo todo. «Ha habido momentos muy duros, pero siempre ha pasado algo que me ha animado a seguir o alguien que me ha cogido y me ha dicho que esto es para ti y tienes que continuar. Si hubiese tirado la toalla no habría podido saborear las sensaciones tan bonitas de estos dos últimos años, como cuando llegué a Madrid y sabía que si no pasaba algo me tendría que ir, pero cuando más difíciles están las cosas, se abre una ventana por la que vuelve a entrar el aire para respirar. M está costando todo mucho, pero creo que poco a poco el tiempo se está poniendo a mi favor».

Debe haber un secreto que puede con todo. «La pasión por lo que haces es el secreto para seguir a pesar de todo. Pasión por lo que es tu vida y te proporciona las mejores sensaciones que puedes tener como hombre, sentir la libertad de poder torear, porque cuando estás delante de un animal, no te cambias por nadie y siempre pensar que tienes algo dentro que puedes aportar. Muchos pensarán esto, ya que muchos son los llamados y pocos los elegidos, pero la constancia, dedicación y pasión, son los ingredientes para poder llegar. Darle 20 muletazos a una becerra en el campo, aunque estés solo, te llena, que puede con todos los sinsabores y sacrificios de una profesión, que muchas veces es ingrata».