Ida Vitale reivindica la poesía del Quijote

Efe
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La poeta uruguaya es en la quinta mujer que recibe el máximo galardón de las letras en español y manifiesta su pasión por la figura del hidalgo cervantino. El Rey ensalza el valor de la cultura iberoamericana como símbolo de unidad en la diversidad

Ida Vitale reivindica la poesía del Quijote - Foto: Pool

La poeta uruguaya Ida Vitale ha reivindicado hoy, tras recoger el Premio Cervantes, la poesía del Quijote, cuya locura considera "frenesí poético", y ha asegurado que su "devoción cervantina carece de todo misterio".

Así lo ha señalado una emocionada Vitale en su discurso en la ceremonia del Premio Cervantes que presiden los Reyes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares tras recibir el premio de manos de Felipe VI. Y ha dicho que más que leer "nada" lo que le gustaría es "abrazar, decir cosas que me salieran del alma".

Y en su defensa de la poesía en el personaje de Cervantes ha sostenido: "muchas veces lo que llamamos locura del Quijote, podría ser visto como irrupción de un frenesí poético, no subrayado como tal por Cervantes, un novelista que tuvo a la poesía por su principal respeto".

La poeta, de 95 años, ha recordado en su discurso cómo llegó a Cervantes en su Montevideo natal y se ha declarado agradecida y emocionada por recibir este galardón que, ha dicho, le ha llegado tarde.

"Mi devoción cervantina carece de todo misterio. Mis lecturas del Quijote, con excepción de la determinada por los programas del Liceo, fueron libres y tardías", ha rememorado.

En realidad, ha confesado, supo de don Quijote "por una gran pileta que, sin duda regalo de España, lucía en el primer patio de mi escuela. Allí nos amontonábamos en el recreo en busca de agua".

Posteriormente, sus lecturas del Quijote, a excepción de las programadas en la escuela, fueron "libres y tardías".

Pero se convirtió en una "devoción total" cuando intimó "con aquella pareja española tan tiernamente compatible, entre sí y con una lectora inocente y deseosa de amistades literarias a su alcance, ese Quijote y ese Sancho que hablaban de "otra" manera".

Un lenguaje que aceptó "de inmediato": "me integraba a un mundo en el que, sola, me sentía acompañada, capaz de manejarme en él como si fuese el mío propio", ha recalcado la poeta, para la que, a la alegría de este galardón, se une el poder agradecerlo en español.

Pero junto a la poesía que ve en el Quijote, Ida Vitale ha señalado que pocos personajes como éste han sido más "habitados" por la realidad.

"Porque aun lo que es astuta malquerencia vestida de supuestas precipitaciones mágicas, tiene detrás acciones de criaturas humanas, que pueden ser malignas y burlonas, pero siempre comprensibles, terrestres y sin inexplicables auxilios divinos", ha defendido.

Lo que sí ha querido "disculpar" de lo sostenido por don Quijote, cuyos pensamientos generalmente "acata", es que "no hay poeta que no sea arrogante y piense de sí que es el mayor poeta del mundo".

"No es mi caso, puedo asegurarlo. Sin duda, don Quijote no imaginó jamás que ese género femenino al que se consideraba por oficio llamado a honrar y defender, pudiera caer en tan osada pretensión. Y en eso, estoy segura que acertó", ha dicho la poeta.

Y ha agregado para finalizar su discurso: "Quería hacerme perdonar la audacia de venir aquí y a este lugar meterme a hablar del Cervantes".

Por su parte, Felipe VI ha ensalzado el valor de la lengua y la cultura española como manifestación de unidad en la diversidad y ha asegurado que la universalidad de este idioma anula diferencias.

El Rey ha presidido la entrega del galardón junto a la Reina Letizia, en un acto en el que ha estado acompañado por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el ministro de Cultura, José Guirao.

El monarca ha repasado la biografía y trayectoria de la galardonada, ha rendido homenaje al escritor Rafael Sánchez Ferlosio, recientemente fallecido, y ha tenido un recuerdo para las víctimas de los atentados terroristas de Sri Lanka (entre ellos dos españoles).

De ella ha dicho que sabe, como supo también Cervantes en su época, que la lengua española es tan propia de América como de España.

"Todos los hispanoahablantes somos corresponsables de la cultura que en ella se expresa, una cultura que es manifestación de unidad en la universidad", ha añadido.

Para el Rey, "el afán de universalidad" del castellano, en el que ha recordado que "se expresan 577 millones de personas de diversos países y climas, separadas y al mismo tiempo unidas por vastos océanos o cordilleras, anula las diferencias".

Se trata, a su juicio, de una universalidad que hace a todos "miembros de una gran familia".

En sus referencias a Ida Vitale ha señalado que el intercambio, el respeto mutuo y el acceso plural al conocimiento de sus años juveniles en Uruguay son un ejemplo de cómo se fue creando y después consolidando el espacio iberoamericano como un ámbito propio y singular y cuya identidad se arraiga en la lengua y en "una cultura de culturas solidaria".

Ha precisado destacado el auge que ésta ha vivido hasta hacer del español la segunda lengua de comunicación internacional gracias al esfuerzo de muchas instituciones para difundirla.

Esfuerzos que continúan y que cree que hacen del español una lengua "viva, vivaz" y que goza de buena salud.

Felipe VI, que ha recordado también que la poeta uruguaya de 95 años tuvo que exiliarse a México ("nación siempre solidaria", ha destacado), ha calificado su obra de "exacta y mágica".

"Saludamos a nuestra jovial y ejemplarmente vital poeta", ha añadido en otro momento de su intervención, en la que ha considerado la poesía de Vitale como una "rama verde" que brota del árbol de la civilización iberoamericana.