El de hoy es el último pleno de Alejandro Ruiz como diputado regional y también su último acto como miembro de Ciudadanos. En una rueda de prensa ha confirmado que va a solicitar la baja de afiliado del partido y renunciará a su escaño. "Me voy a mi casa, a la abogacía, a la empresa privada", expuso el hasta hoy presidente del Grupo Ciudadanos en el Parlamento autonómico. Hay que recordar que deja la política después de cuatro años en el Ayuntamiento de Guadalajara y dos en las Cortes.
Ruiz aclaró que no se va a marchar a ningún partido. Es más, señaló que Ciudadanos es un partido "necesario" para la política española. "Me da miedo el bipartidismo, no confío en el PP o el PSOE", expuso. Igualmente mostró su preocupación porque haya partidos como Podemos, Vox o Bildu que marquen la política española.
También aclaró que no se va por los movimientos de los últimos días a nivel nacional, pues señala que su decisión la lleva tomada desde hace meses. Explicó que está en desacuerdo con la dirección nacional de su partido, a la que culpó de llevar al partido al "fracaso" y de tener una línea "excluyente" y de "purga". "Cuando uno no está a gusto, lo que tiene que hacer es irse", declaró.
Ruiz contó que Pablo Sarrión, responsable de Comunicación dentro del partido, les lleva vetando a él y a la diputada por Ciudad Real Úrsula López para que no aparecieran en ruedas de prensa. "No podía permitir situaciones incómodas", comentó. También señaló que Sarrión cuestionó las propuestas de carácter social o sanitario que Úrsula López llevaba a las Cortes. "Recuerdo una reunión en la que dijo que teníamos que estar a los votos", señaló, "que venga una persona de Madrid, que no tiene ni idea de lo que está pasando en Castilla-La Mancha y que te diga eso".
El que ha sido presidente del Grupo de Ciudadanos en las Cortes no quiso despedirse sin dejar claro que no ha tenido problemas con sus compañeros de Ciudadanos en las Cortes regionales. "Es un grupo muy potente, muy bueno, los castellano-manchegos pueden sentirse orgullosos".