'Marcela', encierro para ser libre

A.D.
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La Posada del Rosario acogerá el 12 y 13 de septiembre el estreno de la producción de 'Jaufré Rudel', con dirección de Ana Casas

El equipo de la obra, que se estrena los días 12 y 13 de septiembre en la Posada del Rosario. - Foto: Rubén Serrallé

El teatro en Feria tendrá en la Posada del Rosario uno de sus espacios estrella, con presencia de obras como Marcela, la hija del poeta, que llegará ahí los días 12 y 13 de septiembre, a las 22 horas. 

Es una pieza de la compañía R que R Producciones, con dirección de Ana Casas, según el texto de Jaufré Rudel, con la intervención de las actrices y actores, Ana Casa, Andrés López, Nhoa Fernández, Rebeca Costa y Alba Ceballo, éstas tres, alumnas de la ESAD de Murcia. 

Jaufré Rudel, autor del texto, apuntó que «empecé a interesarme por Sor Marcela de San Félix a raíz de una biografía de Lope de Vega. Tuvo una relación muy intensa con su padre y es muy interesante que escribiera tanto poesía, como romances, loas y coloquios espirituales. Cayó en mis manos también una biografía sobre sor Marcela que hizo una monja del convento de Las Trinitarias y leí toda la obra que se conserva de ella, 28 romanzas y algunos coloquios espirituales y es triste sólo conocemos una quinta parte, porque la obligaron quemar su obra».

Dijo el autor que «lo trágico de esta figura, Marcela, es que tuvo que encerrarse para poder ser libre, porque ella lo que quería era escribir. Como fue hija ilegítima de Lope no podía pretender un buen casamiento y ella decidió la salida del convento de clausura, también algo muy duro. La ficción que monto recoge la relación con su padre, Lope de Vega, que la trataba como a un hijo; tenía una inteligencia excepcional. Ya dijo Menéndez Pidal que hay escritos de ella que se pueden comparar a los de su padre y efectivamente, sus textos son muy buenos, por eso en la obra mostramos fragmentos de coloquios espirituales que en la época, Marcela escribía, dirigía en el convento y actuaba. En otras obras, más satíricas, se reía de la vida conventual, incluso del hambre que pasaban».

Resaltó el autor el interés del personaje «que en el convento pudo ser libre, es la tragedia de esa mujer, porque además terminó siendo guía espiritual de su propio padre, Lope, que se ordenó sacerdote y la veía con frecuencia, ya que podía entrar al convento para dar misa». 

La dirección es de Ana Casas, que también da vida a Marcela. La protagonista dijo que «el texto es estupendo, reivndica una figura femenina del barroco, relativamente olvidada. Es verdad que se han utilizado algunos de sus coloquios espirituales en obras de teatro, pero si no fuese mujer, estudiaríamos a sor Marcela de San Félix, como lo hacemos con Quevedo, Lope u otros autores barrocos, aunque se ha perdido casi toda su obra, porque tuvo que quemarla y sólo se conservan 507 folios. Entonces, como fue un proyecto de Jaufré Rudel, sobre un personaje que le apasionaba y además, en cuanto hizo la primera versión y me la dio para que la leyera, me pareció un reto fantástico». Destacó la directora que «ya había dirigido otras cosas, pero esto es un gran formato, y decidía arriesgarme,  aunque es complicado  actuar y dirigir a la vez, pero hablamos el autor y yo y me decidí».

Su papel, dijo es muy interesante ya que «vemos a sor Marcela en tres momentos, antes de ingresar en el convento, en el momento en que lo hace y luego, en una etapa ya más madura, otro reto añadido para una actriz». Resaltó Ana Casas, en todo caso  «la labor de equipo, con producción de R que R; aunque yo dirija, es fundamental el trabajo de las tres actrices y de Andrés López, un Lope de Vega fantástico también, es un trabajo muy coral».

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