El Juzgado de lo Penal 1 tenía previsto juzgar esta mañana a un padre y a su hijo que se enfrentaban a 15 años de prisión por un delito de defraudación tributaria en la empresa que ambos gestionaban, el contable de la misma y al responsable de otra mercantil que según la Fiscalía elaboró facturas falsas, que se enfrentaban a penas de menor entidad. Sin embargo, el juicio no se ha podido llevar a cabo por la imposibilidad de que declarase un testigo por problemas técnicos lo que ha provocado que la vista haya aplazado hasta febrero. Por otra parte, cabe destacar que han transcurrido tantos años desde que se produjeron los hechos, que sólo podrán ser juzgados por los mismos dos de los acusados, el hijo y el empleado, puesto que el padre y el otro empresario ya han fallecido.