Conseguir un mejor reparto de la carga tributaria, tomando como base la capacidad económica y el principio de solidaridad, es el objetivo de la reforma tributaria autonómica que recoge el acuerdo de investidura alcanzado entre el PSOE y Podemos. Una reforma que será ya de aplicación en 2016, al preverse su desarrollo en la ley de acompañamiento de presupuestos de la Junta.

Una de las medidas tributarias es el incremento en la progresividad del Impuesto sobre el Patrimonio,  para lo cual se establece la reducción del mínimo exento a un patrimonio neto de 400.000 euros frente a los 700.000 aplicables de manera general.

Por otra parte se suprimirán las bonificaciones regresivas en el tramo autonómico del IRPF, reduciendo los tipos mínimos que afectan a las rentas inferiores a 25.000 euros; se suavizarán los tipos entre 25.000 y 50.000 euros y aumentarán los tipos para las rentas superiores a 50.000.

En lo que respecta al impuesto de sucesiones, se bonificará a las rentas medias y bajas , y se aumentará la reducción general por  parentesco.